El independentismo catalán sigue dando muestras de su enajenación mental. La noticia que corre como la pólvora de la infiltración de un Policía Nacional en el seno de las asociaciones independentistas más radicales ha generado mucha rabia y malestar en ese sector. Y es por ello por lo que buscan "venganza" y no quedarse callados.
Todo comenzó cuando, hace unos días, se descubrió el "pastel" de que un Policía Nacional había estado conviviendo con los grupos más 'guerrilleros' de los independentistas catalanes para poder sacarles información. El susodicho participó en manifestaciones, gritó más que nadie contra España e incluso llegó a mantener relaciones sexuales con varias mujeres del entorno independentista, todo por cumplir con su cometido.
Tal ha sido la 'humillación' que han sentido estas mujeres que en cuanto se supo que esta persona no era una de las suyas, sino más bien del 'bando contrario', se han querellado porque se sentían estafadas. Han asegurado que de saber que era un Policía Nacional nunca se hubiesen acostado con él.
Ante este panorama, los catalanes independentistas más radicales convocaron una manifestación para el pasado miércoles 1 de febrero con el lema "Espanya ens f*lla", cambiando ligeramente el ya tradicional slogan "Espanya ens roba". Según el Ayuntamiento de Barcelona, la manifestación tuvo un pobre seguimiento de tan solo 1.200 personas. Y es que, resulta incluso ridículo el salir a la calle a manifestarse por el hecho de que te hayan tomado el pelo.
Así pues, una nueva muestra de lo que es el independentismo catalán, o al menos su rama más radical, humillada constantemente, que considera una 'traición' que un Policía se haya infiltrado entre sus filas. Aunque, quizás, lo que se debería preguntar este sector independentista es cómo han sido capaces de dejarse engañar de tal forma.