La necesidad de reforzar el ataque ha hecho que Kylian Mbappé se convierta en el principal objetivo del Real Madrid en el próximo mercado de fichajes. Y es que el parisino, después del hat-trick al FC Barcelona, ha demostrado ser el atacante que los blancos necesitan desde la salida de Cristiano Ronaldo.
Es por ello por lo que la directiva blanca, con Florentino Pérez a la cabeza, se encuentra haciendo números desde hace semanas,a la vez que negociando con el jugador y el PSG, que no parece estar dispuesto a dejar salir a su jugador estrella tan fácilmente.
Sin embargo, las exigencias del club francés no son el único problema que el Real Madrid tendrá que enfrentar si consigue finalmente hacerse con los favores de Mbappé. Y es que la llegada del francés condicionaría enormemente a Eden Hazard, quien se ha convertido en uno de los jugadores clave de Zidane.
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Y es que el belga, que llegaba en 2019 a Madrid siendo el fichaje más caro en la historia del club, ocupa exactamente la misma posición que Kylian Mbappé, quien ya ha dejado claro que, independientemente del equipo en el que juegue, mantendrá su posición de extremo izquierdo.
Así pues, la llegada del francés no sólo supondría que Hazard fuese el segundo fichaje más caro del Real Madrid, siendo superado por Mbappé, sino que también se vería relegado a un segundo plano sobre el césped, ya que tras sus continuas lesiones, perdería minutos, titularidad y su posición a favor de Mbappé.
El Chelsea podría recuperar a Hazard
La complicada situación que tendría Hazard, de conseguir Florentino Pérez el fichaje de Mbappé para este verano, ha hecho que se abra la veda de rumores que apuntan a que el belga podría ser uno de los que abandonen el club merengue este próximo verano.
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Una salida que podría hacer que el Chelsea recupere a uno de sus jugadores estrella; eso sí, el equipo inglés no estaría dispuesto a pagar la suma que cobraron por él hace dos años, de 100 millones, ofreciendo al Real Madrid un máximo de 50 millones, la mitad.
Un cambio en el precio del jugador que podría deberse, no sólo a la crisis económica de los clubes provocadas por el coronavirus, sino también al estado con el que el belga volvería al Chelsea, con un largo historial de continuas lesiones, y completamente desanimado y desmotivado tanto dentro como fuera del campo.