"¡No busques a Messi!" La consigna de Koeman a Ansu Fati

Koeman ha recibido el encargo de convertir el Barça de Messi en el Barça de Ansu Fati

29 de Septiembre de 2020
"¡No busques a Messi!" La consigna de Koeman a Ansu Fati
"¡No busques a Messi!" La consigna de Koeman a Ansu Fati

Ronald Koeman quiere acabar con la Messidependencia. Y con Ansu Fati le funcionó bien. Entre sus consignas para el partido inaugural de La Liga del Barça ante el Villarreal, el técnico holandés insistió ante Ansu Fati que se olvidara de Messi y que jugara a su aire. Dos goles y un penalti forzado en 45 minutos. Ese fue el resultado.

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El Barça de la última década se ha caracterizado por su absoluta dependencia hacia el juego de Leo Messi. Y no le ha ido mal. Aunque últimamente cada temporada acaba con un chasco de campeonato en Europa. Messi se sacó siempre las pulgas culpando al presidente por formar plantillas que al final "no dan" para ganar títulos, como si él no formara parte de esos proyectos.

El problema no es la plantilla. El problema es Messi

La cuestión es que desde la directiva de Bartomeu se ha impuesto la idea de que el problema no es de plantilla. El problema es Leo Messi. Su condición de superstar también le lleva a bajones espectaculares que arrastra a todos los demás al fracaso. Sucedió en París, en Roma, en Liverpool y en Lisboa. En esas debacles los jugadores del Barça buscaron a Messi y... ¡no lo encontraron!

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Bartomeu quiere irse por la puerta grande, dejando al Barça con su sexta Champions League en el museo. Y ha fichado a un entrenador obediente y dispuesto a todo. Incluso a degradar a Leo Messi y bajarlo del pedestal en el que ha estado instalado durante la última década.

Los deberes de Koeman con Ansu Fati

En los deberes que recibió Koeman en el momento de firmar su contrato como entrenador del FC Barcelona se encontraba la exigencia de recuperar a Griezmann, Dembélé y Coutinho, los tres jugadores que le han costado al Barça más de cien millones y no han dado todavía la medida de sus posibilidades. Griezmann y Coutinho salieron ayer como titulares ante el Villarreal. Dembélé salió en la segunda mitad. El brasileño jugó muy suelto y ofreció su mejor imagen liberado del corsé de tener que adaptar su juego a Messi. Y Dembélé también ofreció detalles positivos. Sólo Griezmann mantuvo el tono mediocre de la temporada pasada.

Pero el gran reto para Koeman es hacer magia. Le han encargado de que esta misma temporada tiene que elevar a los altares a Ansu Fati mientras paralelamente la estrella de Messi debe entrar en declive. El Barça ha empezado a prepararse para la vida sin Messi. Y Koeman será el encargado de restar protagonismo al argentino para repartirlo entre los diez jugadores restantes.

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Ayer, en las últimas consignas del técnico holandés a sus jugadores poco antes de saltar al césped, le insistió a Ansu Fati en que jugara con libertad, sin presiones ni sometimientos a Messi. Le pidió que se olvidara del argentino y no le buscara, como era habitual hasta ahora en todos los jugadores del Barça. El chaval fue obediente, fue a la suya y el Barça salió ganando.

Ya no es el Barça de Messi

En los primeros 20 minutos Messi apenas tocó seis balones. Y el equipo culé no le necesitó para liquidar el partido anotando dos goles en ese tiempo. Jugando 20 minutos más, Messi ofreció a sus compañeros 54 pases buenos, por 44 de Coutinho y 39 de Ansu Fati. Algo está cambiando en el Barça y es evidente que Messi será el gran perjudicado. De hecho se apresta a disputar su temporada más floja en el Barça poco antes de irse del Camp Nou ya con 34 años y en el declive de su carrera.

Messi se quedó lejos de los 74 pases de De Jong, de los 73 de Jordi Alba, de los 69 de Piqué o de los 60 de Busquets. El argentino perdió ayer 15 balones. Demasiados para lo que es habitual en él. El regate no le salió y el disparo a puerta tampoco. Está perdiendo inspiración y magia. Y eso sirvió para que Coutinho alcanzara el nivel de su época en el Liverpool, el nivel que convenció a Bartomeu para pagar 160 millones por él. 

Algo está cambiando en el Barça. Y el cambio no es nada bueno para Messi, a quien Koeman ya le pasa factura por el burofax. El gran beneficiado, sin duda, Ansu Fati. Y también Coutinho. Este Barça ya ha dejado de ser el Barça de Messi.