El consejero catalán de Asuntos Exteriores, Alfred Bosch, que va por la vida como si fuera "ministro de asuntos exteriores de algo", intentó sin éxito reunirse con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador y con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, durante su viaje a México, según fuentes diplomáticas.
Nadie recibió al "embajador" catalán
No le hicieron ni caso. El vacío. No existió. Lo ignoraron totalmente. Bosch fue a México a vender su moto independentista y no sólo no se la han comprado. Nadie ha querido escucharle.
Bosch tampoco ha podido reunirse con el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Ledo, ni con el del Senado, Martí Batres, aunque el martes acudió a la Cámara alta con motivo de un acto relacionado con el 80 aniversario del exilio republicano español.
Sí le recibió el presidente de la Comisión de Exteriores de la Cámara de Diputados, Alfredo Femat, del Partido del Trabajo, una fuerza que está a la izquierda de MORENA --la coalición de López Obrador-- y tiene 28 diputados en la Cámara --de un total de 50--.
En un comunicado durante su viaje, Bosch afirmó que "los políticos mexicanos comparten la defensa" de la democracia y los derechos humanos y entienden que Naciones Unidas "es un órgano competente para decir a los Estados como deben respetarse los derechos humanos".
También dijo que Femat se mostró dispuesto a que la Cámara mexicana debata sobre Cataluña, aunque es algo que deberán decidir los órganos de gobierno de la Cámara.
Resumiendo, fracaso absoluto de la misión en México que han pagado todos los catalanes, que ya saben que con Torra sus el dinero de sus impuestos va a destinado a montar embajadas y a mover por el mundo a los amigos para vender la república, aunque nadie les haga caso.