A pesar de sus inicios victoriosos en la Ciudad Condal, Ada Colau ha demostrado ser una de las peores alcaldesas para Barcelona, no sólo habiéndose producido un brutal incremento de la violencia en la capital catalana, sino también un aumento muy significativo de la deuda pública de su administración, dejando a la economía barcelonesa muy lejos de Madrid, su principal 'conpetidora', que se ha posicionado como la primera economia a nivel nacional.
Una caída en picado de la popularidad y de la administración de la alcaldesa que ha enfadado, no sólo a la opinión pública catalana, sino también a miembros de su propio partido; algo que ha provocado que cuatro miembros de la dirección de Catalunya en Comú hayan decidido dimitir de forma inmediata, acompañando esta dimision con una carta muy crítica hacia la líder de la formación.
Así pues, Antonio Babarà, Rosa Cañadell, Ramón Franquesa y Diosdado Toledano han renunciado a sus importantes cargos dentro de la formación de Colau, criticando en la misiva que la alcaldesa haya abandonado "la lucha por la igualdad, las pensiones dignas, las prestaciones sociales, el sistema público de salud y educación", siendo éstas algunas de las principales premisas del nacimiento de la formación.
En contra de la deriva independentista de Colau
En concreto, los cuatro ya ex dirigentes de Catalunya en Comú han criticado "el creciente alejamiento" de la formación "respecto de las reivindicaciones, objetivos y preocupaciones de los movimientos de organizació social, y su silencio respecto de las propuestas y alternativas".
Un distanciamiento que no sólo se ha producido entre la gestión de Colau y la ideología del partido, sino también del equipo de la alcaldesa hacia las bases del partido, las cuales han sido "silenciadas" y ninguneadas en más de una ocasión por la edil.
"El abandono de conceptos de la participación ciudadana se estaría dando tanto a nivel interno como en las instituciones donde se gobierna, así como en la toma de decisión de la cúpula" señala la misiva, que denuncia la "ausenca de canales de participación" dentro de la administración Colau, que ha introducido al partido en las "viejas prácticas de la política".
Un "malestar entre las bases" que, además, se ha visto potenciado por el acercamiento, cada vez más evidente, de la alcaldesa de la Ciudad Condal hacia los movimientos independentistas, criticando los cuatro ex dirigentes que esta inclinación está generando "un progresivo alejamiento de los comuns de los catalanes castellanohablantes [...] y se dificulta la posibilidad de construir un proyecto más amplio y plural".
Criticas destructivas contra Ada Colau que llegan en un momento crucial para el futuro de la formación, que este fin de semana celebra la III Asamblea Nacional, en la que se espera la ratificación del liderazgo de Jéssica Albiac, Candela López y de la mismísima Colau.