El Govern catalán ya tomó las medidas restrictivas a las casas de apuestas en 2004, modificando la normativa previa de 1984.
Este viernes, el Ayuntamiento de Barcelona sorprendía con un nuevo veto a las casas de apuestas en la Ciudad Condal, aprobándose un plan especial urbanístico de regulación de las casas de juego en la ciudad.
El documento firmado por la concejal de Salud, Ciudados y Envejecimiento, Gemma Tarafa, contempla la frenada de "la apertura de nuevos locales" de este tipo de ocio, así como el establecimiento de unas "distancias mínimas" de 800 metros de las escuelas, y 450 metros con respecto a los equipamientos públicos.
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Una medida que ha sido defendida por la propia alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, durante el pleno municipal, y que ha sido aprobada por lo votos del Ejecutivo local, ERC y Junts.
Sin embargo, este 'veto' a las casas de apuestas del Ejecutivo de Colau no conllevará acciones efectivas en la Ciudad Condal; y es que la norma recién aprobada se convierte en inocua, debido a que el Govern catalán ya limitó el sector con medidas paralelas en 2004.
La 'norma' Colau, una 'imitación' de las restricciones de la Generalitat de 2004
Hace más de 15 años, la Generalitat de Cataluña limitó la apertura de los salones de juegos en la autonomía catalana, reservándose al Govern la aprobación de las autorizaciones para abrir este tipo de centro de ocio.
"Si quieres abrir un negocio de este tipo, ya no puedes, salvo con permiso del Govern" ha señalado Carlos Duelo, presidente de Patrojoc, a El Español.
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Del mismo modo, la normativa autonómica impide que se abra ningún local con esta actividad comercial a menos de 1000 metros de otra sala de juegos de azar, lo que hace que en Barcelona apenas haya espacio disponible para nuevas aperturas.
Una normativa, fechada en 2004, que especificaba y ampliaba lo reflejado en la ley sectorial de 1984, que ya concedía a la Generalitat la potestad para permitir la apertura de las casas de apuestas en todo el territorio catalán.