Jordi Alba podría estar en peligro en el Barça. Su gran temporada, y las que ha estado haciendo durante los últimos años, han hecho que levante el interés de muchos clubes europeos, aunque por el momento ninguno ha podido pagar el importe que dicta su cláusula de rescisión, que asciende a 150 millones de euros.
Pero al entrenador luso, que tiene casi un cheque en blanco para fichar en uno de los clubes más ricos del mundo, no le importa esta cifra, ya que cree que la banda izquierda es un puesto que en su equipo falla mucho porque solo tiene a Luke Shaw y que Jordi Alba le vendría muy bien a los ‘red devils’ con, además, un salario que convenciera al jugador.
Eso sí, la idea del catalán no es salir del Barça, y por tanto va a ser complicado que esa operación llegue a buen puerto, ya que si viene el United con mucho dinero, el Barça estará dispuesto a mejorar las condiciones y las pretensiones que tiene el futbolista en estos momentos en el equipo de su vida.
Así está la renovación de Jordi Alba
La renovación de Jordi Alba tendrá que esperar porque así lo quiere el club azulgrana. A pesar de que el jugador ya ha enviado varios mensajes en los que expresa su interés por negociar su mejora contractual, Bartomeu no piensa mover ficha hasta que no acabe al año. Será en verano cuando el club azulgrana le haga la propuesta de renovación a Jordi Alba.
Según fuentes de la entidad, el lateral pretende renovar y mejorar su contrato que expira en 2020 por considerar que su actual salario no está en consonancia con su rendimiento sobre el terreno de juego y porque quiere asegurarse un contrato por encima de los 32 años, la edad que tendrá cuando acabe su actual vinculación con la entidad.
Sin duda, Jordi Alba se ha ganado con creces su renovación al alza y su protagonismo en el equipo sigue creciendo año tras año. Buena muestra de ello fue su gol ante el Inter de Milán el día que Messi no estaba en el césped. Por si fuera poco, el descanso forzado de Luis Enrique en la Selección, garantiza que Alba esté al máximo con el club.
A pesar que desde el club están muy contentos con el de Cornellà, la realidad es que las exigencias salariales del jugador, siempre según fuentes de la entidad, estaban lejos de la voluntad del club por lo que estas conversaciones quedaron aparcadas. El club no tiene la intención alguna de romper las negociaciones pero tampoco quiere plegarse a la voluntad del jugador, por lo que se han emplazado al verano para negociar tranquilamente.