Miriam Saavedra se sentó en Sábado Deluxe durante la noche de este sábado para aclarar como está situación con Carlos Lozano.
Lo hacía poniéndose en las manos de Conchita y su polígrafo revelando su verdad.
El polígrafo de Miriam Saavedra
Teníamos claro que si Miriam se sentaba en el Deluxe no iba a dejar indiferente a nadie e iba a dar mucho de que hablar con los titulares que iba a dar.
Miriam ha pasado unos días en los Cayos Cochinos como Fantasma del pasado y tras su paso por el concurso no ha tardado ni medio segundo en sentarse en el poli de Conchita.
Comentó también su paso por la isla y el cambio físico y mental de Carlos. “Está mas sexy que nunca, lo he visto más guapo. Tiene ganas de comerse el mundo. Lo veo arrepentido de muchas circunstancias que han ocurrido a su alrededor”, aseguro Miriam.
Uno de los bombazos saltaba cuando confesó haber mantenido una relación durante todo este tiempo en el que todos creíamos que ya no seguían juntos. “Me daba vergüenza reconocerlo por como nos habíamos faltado el respeto. Nos veíamos en determinados momentos”, comentó, y quiso explicar que no lo hizo por presiones familiares. “A mi me hubiese gustado estar con él y vivir como una pareja normal. Pero mi madre estaba enfadada y obviamente su familia también. Los dos nos hemos faltado el respeto y nos hemos hecho daño”.
Confesó que durante la noche que pasó con Carlos tras su expulsión hubo tocamientos sexuales aunque no llegaron a consumar. Sin embargo, el poli sacó a relucir la verdad y desveló que Miriam y Carlos habían tenido relaciones sexuales en Honduras.
El momento más tenso de la noche se vivió cuando la princesa inca tuvo un brutal enfrentamiento con el colaborador, Rafa Mora. Todo surgió a raíz de la pregunta: "¿Has realizado algún amarre para impedir que Carlos Lozano se enamore de otra mujer?", a lo que Miriam respondió que "no" y el poli le dio la razón. Rafa, quiso recordarle que la presunta brujería utilizada por Miriam tenía otros motivos.
Y es que hace cosa de un año, Patricia Steisy, confesaba algo que Miriam supuestamente hacía para enamorar a Carlos. Según Steisy, Miriam se dedicaba a "coger sus bragas usadas y las mojaba en el refresco de Carlos Lozano". Algo que hizo estallar a la peruana de la manera más fuerte profiriéndole un sinfín de insultos y gritos.