Messi monta un lío en el Barça (y es muy gordo)

Los candidatos a la presidencia sueñan por contar con el apoyo de Messi a sus candidaturas, pero ninguno ve claro que el Barça pueda mantener a Messi y su estratosférico contrato

Messi monta un lío en el Barça (y es muy gordo)
Messi monta un lío en el Barça (y es muy gordo)

Bartomeu ya no está, pero el problema Messi se mantiene en el Barça. A pesar de las informaciones que circulan en sentido contrario, el Manchester City ha enfriado su interés por él porque el club de Guardiola tiene el mismo problema que el Barcelona. Si quiere a Messi deberá desprenderse de varias de sus estrellas.

La estrella de Messi se apaga

Y la aventura de contratar a Messi, ya con 34 años, echa para atrás a sus pretendientes, especialmente porque es una evidencia que su juego va a menos y que el Messi explosivo de los 26 a los 32 años ya no existe. La prueba es que acabó la pasada temporada con un lamentable bajón en su juego y en la actual no ha aparecido aquel jugador resolutivo capaz de solucionar los partidos que se torcían echando mano de su talento y su poderío físico. Mejor o peor arropado, la estrella de Messi siempre ha lucido. Ahora no.

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El talento lo mantiene, pero ha perdido la chispa y esa capacidad de reacción que le permitía anticiparse una décima de segundo a sus rivales, porque pensaba antes sus movimientos y los ejecutaba con extremada rapidez. El Messi actual es mucho más previsible y los defensas de todos los equipos le han tomado la matrícula, porque ahora, a diferencia de lo que sucedía antes, se le ve venir.

Cifras impropias de Messi: 10 partidos sin gol de jugada

Y el declive de Messi se refleja en su aportación goleadora. Este año muy lejos de los registros inhumanos que han caracterizado su carrera, promediando más de un gol por partido. El de ahora es otro Messi. Lleva diez partidos consecutivos sin anotar un sólo tanto en jugada. No elabora un gol desde el 8 de agosto, cuando el Barcelona venció al Nápoles en el Camp Nou en la interrumpida eliminatoria de octavos de final de la Champions League. 

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Desde entonces, ni con el Barça ni con la selección argentina ha sido capaz de marcar un gol de jugada en los diez partidos seguidos que ha disputado. Se quedó en blanco ante Villarreal, Celta, Sevilla, Ecuador, Bolivia, Getafe, Ferencvaros, Real Madrid y Juventus. Y sólo pudo anotar, siempre de penalti, ante Villarreal, Ferencvaros, Juventus y Ecuador. Cuatro goles, y de penalti. Pobre balance para un futbolista mágico que hasta hace poco anotaba hasta sin querer, de ahí sus seis Botas de Oro que le acreditan como el mejor goleador de la historia del fútbol europeo.

¿Interesa prolongar la estancia de Leo Messi en el Barça?

Y esta evidencia, que se traslada incluso a su peso dentro del equipo, que ya no es tan decisivo, la ven los aficionados y también los candidatos a la presidencia del Barça. ¿Interesa prolongar la estancia de Leo Messi en el Barça? ¿Conviener pagarle 100 millones y limitar la masa salarial del resto de la plantilla para cumplir con los cánones impuestos por la UEFA?

Lo cierto es que, desaparecido Bartomeu, Messi se quedaría en el Camp Nou encantado. Por otro lado, todos los aspirantesa suceder a Bartomeu en la presidencia saben que conseguir la adhesión de Messi a su candidatura sería tanto como garantizar el triunfo final, por encima de reclamos tipo Xavi Hernández o Pep Guardiola que ya han empezado a circular.

Messi puede ayudar a ganar las elecciones

Messi puede ayudar a ganar las elecciones. A Laporta, que tontea con Guardiola. O a Víctor Font, que presume de tener al entrenador Xavi Hernández. ¿Pero interesa hipotecar el futuro del Barça con un futbolista de 34 años que va a menos y que cobra una cuarta parte del coste total de la plantilla? Mantener a Messi significa renunciar a grandes estrellas cuya llegada rompería el límite salarial impuesto por la ley. Incluso exigiría el sacrificio de alguna de las actuales tras los despidos de Rakitic, Luis Suárez y Arturo Vidal. 

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Si la pandemia continúa y los ingresos del club siguen resintiéndose, mantener a Messi en el Barça va a suponer una auténtica sangría económica para la junta entrante, que ya heredará un club con serios problemas financieros, al margen de las dudas que proyecta con sus actuaciones sobre el terreno de juego. Messi va hacia los 34 años en un fútbol que cada vez es menos el suyo: más físico y menos táctico.

La primera opción de Messi ahora mismo es olvidarse del burofax y ampliar su vinculación con el Barça. Sobre todo desde que ha notado que el City ya no muestra el entusiasmo del pasado verano por conseguirle. Todos los candidatos a la presidencia se pelearán por hacerlo suyo, porque eso serán votos, pero el reloj biológico afecta a todos, también a Messi. Y su declive es más que comprensible. Recientemente le sucedió a monstruos como Xavi o Iniesta, que acabaron en el Barça viendo los partidos desde el banquillo.

El problema es pagarle 100 millones al año a quien en el campo no se lo gana jugando a ese nivel, que es lo que está sucediendo ahora. Y mucho más grave será pagar esa cifra a un inquilino del banquillo. El lío Messi está servido.