Mercedes Milá habla por primera vez de su enfermedad

Mercedes Milá sufrió depresión y tras salir del bache habla sin tapujos de la enfermedad

03 de Septiembre de 2019
Mercedes Milá habla por primera vez de su enfermedad
Mercedes Milá habla por primera vez de su enfermedad

Mercedes Milá habla sin tapujos de la enfermedad que hizo que quisiera pasar sus días en la cama llorando. 

Fue en el año 2015 cuando Mercedes dijo basta y dejó de presentar Gran Hermano. Poco después pudimos conocer los motivos que le llevaron a decir adiós al formato. 

La enfermedad de Milá

El estrés que llegó a generarle ser presentadora de Gran Hermano acabó con Milá en casa aunque muchos no lo entendieron. 

Fue en el programa de Jordi Évole, 'Salvados', donde la periodista se sinceró y habló claro sobre lo que le ocurría. 

Sufrió depresión. "Me doy cuenta en la última etapa en 'Gran Hermano', cuando no salía de casa porque lo único que quería era estar en la cama y llorar. Solo me levantaba para hacer el programa", explicó. 

Además de Gran Hermano, hay algo que también motivó a la decadencia de su estado y fue una ruptura sentimental. "Empezó siendo, al principio de todo, una historia de amor rota, que lo pasé muy mal, horrible. Me separé, me enamoré de un chico muy joven, viví con él cuatro años y cuando él se fue, yo había cumplido 50 años, entré en barrena. Pero bueno, las pastillas y la ayuda psiquiátrica me ayudaron a salir. Volví a ser la Mercedes de siempre, empezó 'Gran Hermano' justo en ese momento y me ayudó enormemente, fue la liberación total", continuó. 

No obstante, lo que parecía ser una liberación para ella y una superación del bache en el que se vio envuelta acabó por hundirla un poco más. "Le dediqué tantas horas que acabó matándome. Cometí el error de meter a mi cerebro demasiada potencia, porque me dedico full time. Trabajo y trabajo hasta que el cerebro te dice 'Ya que tú no eres consciente, te voy a parar yo'. Empiezas a notar miedos que antes no has sentido, no duermes, lloras de forma inesperada…", confesó. 

Los médicos pusieron los puntos sobre las íes y a partir de ahí comenzó su recuperación. "He pasado momentos, yendo por la calle, que la gente me pedía un autógrafo o una fotografía y yo les decía que no. Debían pensar que soy una antipática, pero yo no podía. Pero tenía la fuerza suficiente para llegar al programa y hacerlo sin que se notara, era un esfuerzo tan bestia que me rompí la cabeza, por eso me fui. Al final me pidieron, por favor, que no me fuera, que buscáramos un camino, pero los médicos me lo dijeron muy claro 'No puedes seguir haciendo 'Gran Hermano'. 

"Recomiendo la lectura, no sólo porque es fuente de conocimiento y sabiduría, sino porque un libro me salvó la vida". Además, asegura que decidió contarlo con el fin de ayudar a otras personas que se encuentren en su misma situación. "Lo hago por si le sirve a la gente decir 'si esta tía, que parece que se va a comer el mundo ha estado en la mierda, yo también podré salir'".