Belén Esteban y María José Campanario son dos grandes rivales que han protagonizado en diversas ocasiones una guerra a la que todavía no se le ve el final.
Y es que la colaboradora del programa 'Sálvame' ha explotado y ha aprovechado para criticar el trato que en algunas ocasiones se le ha dado en la casa de Jesulín a su hija Andrea Janeiro.
Unas acusaciones que varias veces la odontóloga ha respondido a través de algún compañero de la prensa.
Pero lo último y que más ha llamado la atención a la de Paracuellos son las cartas que Campanario le dedica a través de sus redes sociales con claras indirectas hacia su rival.
En una de ellas, la catalana se dirige a Belén diciéndole: "No me hagas descender a tu nivel, porque saldrías perdiendo tu asqueroso trono. Llevo 20 años callando la VERDAD. Y la verdad tiene solo un camino. Y NO ES EL TUYO".
Unas palabras que no han caído en balde, ya que la madrileña se ha encargado de responder alto y claro a la "Jose" y le ha demostrado que no le tiene ningún miedo.
Pero después de años y años de disputa, con muchas amenazas de por medio, la Esteban se ha mostrado ya algo cansada de todo lo que tenga que ver con la mujer de su expareja.
Por ello, cuando en su programa hablan del nuevo trabajo de odontóloga de María José Campanario, la colaboradora ha hecho oídos sordos.
Y es que este no es un tema aislado sin ningún tipo de interés, ya que según explica Paz Padilla, el nuevo trabajo de la catalana hace que se distancie de su familia nada más y nada menos que 860 km para llegar hasta su puesto de trabajo.
Un desplazamiento que no suele ser muy habitual y que invita a cuestionar qué motivos le han llevado a irse tan lejos de su núcleo familiar.
Esta es una noticia que ha sorprendido a todos los colaboradores menos a Belén.
Y es que incluso cuando la presentadora le ha preguntado si iría al dentista para que ella le atendiera, la ex de Jesulín le ha respondido diciendo: "¿De quién me hablas?".
Un desprecio que ella misma ha reconocido y que justifica explicando: "Yo de la escritora no tengo nada que decir. A mí ni me importa, ni me interesa. Yo que trabaje la gente en lo que le gusta me alegro mucho".
Sin duda alguna esta es una respuesta que demuestra el agotamiento de la tertuliana sobre la guerra que mantiene todavía abierta con la Campanario y que hace ver el poco interés que le suscita todo lo que tenga que ver con ella.