Paris Hiton se ha convertido, a sus 40 años, en una de las famosas más exitosas del panorama internacional; y es que, además de ser una clara multimillonaria con un don para los negocios, la socialité ha sabido mantenerse dentro del mundo de las tendencias, demostrando que su rubio de oro y sus extravagancias de adinerada nunca pasan de moda.
Sin embargo, la multimillonaria no siempre ha gozado de un status y de una tranquilidad como que vive actualmente junto a su prometido Carter Miliken Reum: y es que la famosa millonaria pasó por una de las peores etapas durante su juventud, cuando su inmadurez y el dinero hicieron que muchos la consideraran una adolescente "problemática".
Algo que llevó a sus padres a enviarla a cuatro centros privados dentro de Estados Unidos, que prometieron "enderezarla y llevarla por el buen camino"... aunque sólo consiguieron provocarle un trauma que, 20 años después. aún persigue a Paris.
"20 años de pesadillas, con recuerdos de violencia física, la sensación de soledad, y la angustia por la pérdida de mis amistades, ideas y miedos que se precipitaban en mi mente y me impedían dormir. Lo mío no es insomnio, es un trauma" ha asegurado ahora la socialité.
Paris Hilton, de lleno en la política norteamericana
Unos recuerdos de violencia física que parecen seguir muy presentes en la memoria de Paris Hilton, que no ha dudado en explicar los duros maltratos que vivió en esos centros, al igual que otros muchos jóvenes, mientras la administración norteamericana no dispone de legislación para controlar este abuso y maltrato de menores.
"Me estrangularon, me abofetearon, me vieron desnuda en las duchas, me arrojaron a un cuarto manchado de sangre" ha explicado la socialité, en una rueda de prensa frente al Capitolio, junto a otras víctimas del maltrato y acompañada de su madre y su prometido "En la escuela Provo Canyon, me dieron un uniforme etiquetado; dejé de ser persona y me convertí en un número, 127".
Una realidad en Estados Unidos que ha hecho que Paris Hilton haya decidido meterse de lleno en el mundo de la política, defendiendo la aprobación de la Ley 'Accontabilty Congregate Care Act', que obligará a las administraciones públicas a crear un protocolo de seguridad para proteger a los menores, así como que controlará las actividades de estos centros juveniles, evitando así que otros jóvenes sufran el abuso y el maltrato que la propia Paris, más de veinte años después, aún no ha conseguido olvidar.