Kylian Mbappé y Nasser Al-Khelaïfi le han declarado la guerra a Florentino Pérez. Dos de los esperpénticos personajes que más animadversión causan en el mundo del fútbol han decidido enfrentarse a uno de los mejores directivos de la historia del deporte, solo superado por el mismísmo don Santiago Bernabéu. Uno de los primeros pasos que han adoptado desde París es quitarle los fichajes al Real Madrid.
Esta molestia es solo una más de la larga lista de incordios que supone el Paris Saint-Germain para el Real Madrid, club con el que los parisinos parecen haberse obsesionado desde su bochornosa y humillante derrota en el Estadio Santiago Bernabéu en la vuelta de octavos de final, un partido para la historia en el que quedaron completamente desarbolados y humillados.
Este durísimo golpe, que desacreditó por completo el proyecto deportivo del Paris Saint-Germain, ha calado hondo en sus directivos y en su máxima estrella: Mbappé. Pero todas las operaciones que intente realizar el Real Madrid en el mercado de fichajes probablemente se vean interrumpidas por la tóxica influencia del Paris Saint-Germain, que hará todo lo posible para evitar que los blancos adquieran nuevos refuerzos de cara a las próximas temporadas.
Ya está sucediendo con el posible fichaje de Aurélien Tchouaméni, que no había sido una prioridad hasta la vergonzosa espantada de Kylian Mbappé. Ahora, con las relaciones rotas entre todas las partes, el Paris Saint-Germain le ha declarado la guerra al mejor club del mundo en un patético intento de opacar su grandeza con aberrantes cantidades de dinero y con la promesa de habitar en un proyecto deportivo liderado por dos estrellas en decadencia y una tercera capaz de renunciar a sus supuestos sueños por una larga ristra de ceros en una cuenta corriente.