Múltiples han sido las acciones violentas, y los destrozos millonarios, que los radicales independentistas catalanes han provocado en las calles de la autonomía catalana, así como en los comercios y locales, durante los últimos años, bajo la protección y el beneplácito de la Generalitat de Cataluña, que ha evitado actuar ante estos violentos actos.
Una Generalitat cuyos dirigentes, al igual que los principales líderes de los partidos secesionistas, han justificado la existencia de estos grupos radicales, asegurando que el movimiento independentista catalán es "pacífico" y "democrático", evitando condenar sus acciones violentas, que han llegado a inundar los medios de comunicación nacionales por su brutalidad.
Radicales 'pacíficos' que, sin embargo, habrían establecido ya su lista de objetivos contra los que actuar, la mayoría de ellos, políticos constitucionalistas, 'enemigos' del movimiento independentista catalán, tal y como ha señalado el diario El Triangle, señalando que estos nombres habrían aparecido en las indagaciones realizadas por el comando de los CDR detenidos el 23 de septiembre de 2019.
Carlos Hernández, un viejo 'conocido' de los CDR
Poco sorprende la aparición del nombre del líder del Partido Popular, Pablo Casado, dentro de la lista de objetivos de los radicales independentistas; y es que el popular ya habría sido considerado como uno de los principales enemigos 'a abatir' en otras ocasiones.
Junto al nombre de Casado, otros políticos de la talla del ex concejal de Barcelona, Manuel Valls, o el ex secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, aparecerían en la lista de los radicales detenidos. Del mismo modo, también aparecerían políticos como la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés, la concejala de Podemos Marta Morell, el ex diputado del PP Joan López Alegre, el socialista Francisco Aranda, el activista unionista Antonio López y la concejala popular Annerose Bloss.
También, entre estos nombres de objetivos estudiados por los CDR, se encontraba el del intendente de los Mossos y jefe de la Brimo en 2017 Carles Hernández, siendo un 'viejo conocido' de los radicales independentistas.
Un 'conocido' al que ya intentaron hundir en 2018, cuando fue acusado por ocho radicales por delitos de torturas, lesiones, como una rotura de nariz, así como delitos contra la integridad moral, siendo exonerado en 2019, aunque en ningún momento se estudiaran las denuncias falsas emitidas por los CDR, demostrándose así nuevamente la permisividad vigente a favor de los radicales que siguen amenazando y sembrando el odio y el miedo en las calles catalanas.