Los Presupuestos Generales del Estado han sembrado polémica, no solo dentro de la ciudadanía, sino también entre las diferentes formaciones políticas, ya que tanto los partidos de la oposición como aquellos que son favorables al Gobierno, han expuesto sus dudas y enmiendas a las Cuentas estatales.
Sin embargo, el punto más criticado de estos nuevos Presupuestos es la partida, de 11,3 millones de euros, que el Gobierno ha presupuestado para afrontar, el próximo año, la mayor exhumación de fosas de la Guerra Civil de los últimos cuarenta años.
En concreto, se planea recuperar, al menos, 20.000 de los 115.0000 cadáveres que reposan en fosas comunes tras la Guerra Civil española; y para ello, el proyecto del Ejecutivo cuenta además con convenios con las comunidades autónomas y asociaciones de memoria histórica, que se encargarán de la elaboración de un censo de fallecidos y la creación de un banco de ADN de los descendientes.
La Fiscalía de Sánchez sale al rescate de Pablo Iglesias por el caso Dina
"Es un imperativo moral dar reparación y dignidad" a los caídos, ha asegurado Fernando Martínez, secretario de Estado de Memoria Histórica.
Un punto de vista que no ha sido compartido por todos los grupos parlamentarios, que han visto en esta partida presupuestaria un nuevo ejercicio de "propaganda" y división.
Memoria Histórica en tiempos de crisis
Partido Popular y Vox, después de los desencuentro y críticas de las últimas semanas, han coincidido esta vez en criticar el proyecto 'histórico' del Ejecutivo socialcomunista.
Los de Pablo Casado han asegurado que este movimiento sólo es una estrategia del Gobierno para "ahondar en las dos Españas", en un "pertinaz empeño de demoler lo que hemos construido juntos".
"Es un dispendio indignante" han acusado los de Abascal, que han criticado a su vez que este proyecto salga a la luz, con un evidente gasto económico, "en medio de la hecatombe económica e inminente bancarrota".
Y es que la pandemia del coronavirus ha dejado una España devastada, con grandes problemas económicos que, según los de Vox, deberían ser el principal objetivo de los nuevos Presupuestos.
Así pues, desde la oposición, estos "presupuestos históricos" han sido entendidos como un nuevo ejercicio electoralista y partidista por parte de PSOE y Podemos, lejos de los intereses actuales de la ciudadanía, centrada en el empleo, la economía o el sistema sanitario.
Más conciliador ha sido Ciudadanos, que no se ha opuesto a este plan, siempre y cuando sea con la intención de "cerrar un debate que siempre se abre con fines políticos y no de búsqueda de consensos", tal y como ha afirmado la diputada naranja María Muñoz.