¡¡Más Chiringuito que nunca!! Sanchis avergüenza a los trabajadores TV3

Sanchis retiene en un cajón la exclusiva de una entrevista de TV3 a Sandro Rosell por las referencias que en él se lanzan contra su amigo/superior Jaume Roures.

¡¡Más Chiringuito que nunca!! Sanchis avergüenza a los trabajadores TV3
¡¡Más Chiringuito que nunca!! Sanchis avergüenza a los trabajadores TV3

Vicent Sanchis es el director de TV3. Vicent Sanchis se supone que es periodista, aunque en realidad no es más que un tonto útil, un comisario político colocado a dedo por sus amigos de conveniencia  sin más objetivo que el de velar por sus intereses a cambio de 109.000 euros al año que salen del bolsillo de los catalanes.

TV3, un juguete propagandístico en manos independentistas

Y Sanchis se ha prestado al ruin fin de convertir una televisión pública, de objetivos públicos y financiada por los ciudadanos, en un vulgar juguete al servicio de unos pocos, los que mandan en clave independentista. Su clave, su apuesta. (Inés Arrimadas le suelta un 'soplamocos' bestial a Vicent Sanchis durante el debate en TV3: ¡¡155 y al 'carrer'!!)

Durante nueve años fue vicepresidente de Òmnium Cultural, la plataforma separatista que le abrió puertas y le permitió dar el salto mediático que le catapultó a lugares de honor dentro de la profesión periodística. Ahora lleva tres años en TV3 porque no tenía otra cosa y a los amigos no se les deja tirados.

Sanchis limpia la sangre de Laporta en el Barça

Sanchis dirigió en el pasado Barça TV, la tele culé. Fue en los estertores del laportismo (2009-10), cuando más había que tapar de un Joan Laporta preparando la retirada y ocultando la porquería de su mandato bajo las alfombras. Allí estaba Vicent Sanchis, dispuesto para limpiar la sangre que había dejado por el camino el jefe-amigo en forma de espionajes, gastos injustificables y visas que echaban humo. (Albert Castillón pide la actuación de la Guardia Civil en TV3: "¡¡Que saquen de su despacho a Vicent Sanchis!!")

Sanchis siempre ha sido muy servicial y dispuesto a ayudar a los que mandan, a los poderosos, que son los que guían sus pasos y le dan de comer. Desde su cargo actual sirve con esmero rindiendo pleitesía y genuflexión debida a Puigdemont, Torra  y cualquier voz que surja del Govern que tiene Cataluña por castigo.

La voz de su amo... con muchos amos

Pero este tipo, que responde al perfil de la voz de su amo, tiene más amos a los que vender su alma. El clan de Laporta, por ejemplo. Esa secta unida a la figura de Johan Cruyff primero y de Pep Guardiola después. Se aprovecharon del Barça para montar un lobby al que supieron sacarle rendimiento. Allí se juntaron individuos de la calaña de Joan Laporta, Jaume Roures, Xavier Sala i Martin o el mamporrero Joan Oliver. Todos ellos unidos por su independentismo y su amor al dinero. Y allí estaba Vicent Sanchis en el papel de propagandista desde su función de director de Barça TV.

Han pasado los años. El trotskysta Jaume Roures se ha convertido en milmillonario, Sala i Martín ha ensuciado su cuestionable prestigio encharcándose en polémicas separatistas, a Joan Oliver le persigue la justicia por sus choriceos en Reus y Joan Laporta se ha quedado en nada, o en casi nada. Iba a convertirse en el líder espiritual y guía del nuevo independentismo, pero no le dejaron entrar en el juego. Ahora sólo es un abogado del montón sin reconocimiento en su profesión.

Un director que boicotea las exclusivas de su medio

Pero Sanchis está en deuda con todos ellos. Y desde su posición de director de TV3, pagado por todos, se siente en la obligación de velar por los intereses de sus jefes/amigos. Por eso, cuando se enteró de que sus trabajadores en TV3 estaban elaborando un programa especial sobre Sandro Rosell (enemigo odioso de sus amigos), él ya se preocupó de boicotearlo ante la sorpresa de los periodistas de TV3, que ya no saben si su director juega en su equipo o va a favor de los rivales. (El consejero de propaganda del 'procés', Vicent Sanchis, aplaza su querella a Albert Rivera: "Aquí huele a miedo")

La cuestión es que, como ha avanzado El Triangle, TV3 tenía listo para emitir el documental de Sandro Rosell en rigurosa exclusiva. Pero Sanchis lo paró encontrándole defectos por todas partes y dando tiempo a Mundo Deportivo y La Sexta, con Jordi Évole, para que se avanzaran al bombazo que en TV3 ya tenían preparado.

Un comisario político que parece Torquemada

El documental de TV3 sigue en el cajón de Vicent Sanchis, pero ya desactivado al ser plato de tercera mesa, lo que ha generado un monumental disgusto de los trabajadores del ente autonómico, que han descubierto cómo las gasta su jefe cuando se pone el traje de comisario político y puede convertirse en el más eficiente Torquemada de la Inquisición mediática catalana.

A Sanchis no le gustó que Rosell cuestionara el diferente trato que la jueza Lamela le había concedido a Jaume Roures después de que la justicia americana sorprendiera los chanchullos de su empresa Imagina. Por supuesto, ni Roures ni ninguno de sus hombres de confianza ha estado 22 meses en la cárcel. Es más, su caso fue archivado por la jueza Lamela, la misma que metió el dedo en el ojo a Rosell.

Los jefes de Sanchis le tienen ganas a Rosell

Y es que el lobby que manda sobre Sanchis le tiene muchas ganas a Sandro Rosell, el presidente que levantando las alfombras a su llegada al Barça organizó una acción de responsabilidad civil que obligaba a Laporta y su corte pretoriana a avalar con su patrimonio las fechorías financieras que cometieron en el club y que quedaron al descubierto con las auditorías.

El asunto fue grave porque alguno de los directivos de Laporta no disponía de suficiente patrimonio para avalar y estaba condenado a ir a la cárcel. Fueron meses de gran tensión de la que solo se liberaron con la sorprendente decisión de Sandro Rosell de abandonar la presidencia del Barça de manera precipitada y sospechosa (algún día sabremos quién y por qué le obligó a huir) y la posterior decisión de Bartomeu de parar el tema y dejarlo en nada. (Vicent Sanchis, el propagandista que intoxica desde TV3)

Pero el rencor contra Rosell quedó ahí. Han disfrutado tanto viéndole en la cárcel, lo que él pretendía para el laportismo, que ahora que anda suelto no van a permitir que escupa inconveniencias. Y menos en un medio controlado, como es TV3. Roures, además, tiene en marcha una querella contra Rosell por un presunto caso de espionaje de su correo electrónico.

Rosell es un independentista de pacotilla

Y es que Rosell no es, ni lo será nunca, uno de los suyos. Y lo dejó claro en la entrevista de Évole cuando contestó acerca de sus sensaciones independentistas: Si hubiera un referéndum por la independencia yo votaría que sí. Pero me iría a casa. Si el resultado final es que sí, yo me voy de Cataluña. Si el resultado final es que no, yo me quedo en Cataluña". O sea, un independentista de pacotilla. Además, cuando asumió la presidencia del Barça una de sus primeras decisiones fue romper con Mediapro y poner el club en manos de Telefónica. Otro desplante que ahora le pasa factura.

La cuestión es que Sanchis, como buen palanganero de sus jefes, ha mutilado el reportaje de Rosell de la manera que más convenía a sus "superiores" generando la indignación de los trabajadores de la casa. Pero eso le importa poco a Sanchis. No serán ellos quienes le darán trabajo cuando lo echen a patadas de TV3. (Lo que le dijo el cínico Vicent Sanchis a la jueza sobre la colaboración de TV3 con el golpe)

Por cierto, el autor del reportaje de Rosell ha decidido no firmarlo, abochornado por la censura que en pleno siglo XXI se puede ejercer en una televisión tan contaminada como TV3.

Ya ha convertido a TV3 en un inmundo chiringuito al servicio de oscuros intereses. ¿Qué más tiene que hacer Sanchis para que le echen?