José Luis Martínez-Almeida ha reconocido en muchas ocasiones ser torpe para la cocina, pero el alcalde goza de una salud propia de un roble y de un fondo físico envidiable, puesto que se ha convertido en uno de los políticos que bien podrían formar parte del próximo equipo olímpico de nuestro país. No son pocas las veces que se ha visto al alcalde la capital involucrado en la celebración de diferentes eventos deportivos, llegando incluso a participar en ellos de forma activa.
Los partidos benéficos disputados en el Wanda Metropolitano o los maratones en los que Almeida ha estado son solo una prueba más de que el alcalde se encuentra en plena forma aunque, según él mismo asegura, no cuida mucho su alimentación. Ha comentado en diferentes ocasiones que sus platos favoritos son las albóndigas y la ensaladilla rusa, aunque su fuerte nunca ha sido la cocina desde temprana edad debido a las condiciones familiares en las que se crió.
La competencia con sus hermanos, siendo Almeida el más pequeño, a la hora de la comida era realmente feroz: "Las comidas eran como la selva. Sobrevivía el más fuerte". Este estado de competitividad absoluta ha provocado en el alcalde de Madrid una alimentación un tanto peculiar. Es un novato en las cuestiones culinarias, por lo que se alimenta de comida enlatada y yogures, así que su nevera suele estar rara vez vacía de otro tipo de productos que no sean esos.
La falta de cuidado de su alimentación es subsanada por el alcalde con un estricto régimen de entrenamiento que el regidor municipal no duda en descibir, y del que se siente muy orgulloso: "Dos días a la semana entreno con un entrenador que viene a Cibeles, al despacho. Otros días entreno yo por mi cuenta. También me gusta andar, jugar al golf y al fútbol". La actividad física del alcalde deja en buen lugar su implicación con el deporte, que aumenta más conforme pasa el tiempo en su legislatura como regidor de la capital de España.
Los ámbitos culinarios son uno de los protagonistas más controvertidos de la vida privada de José Luis Martínez-Almeida. Sin embargo, el alcalde no se esconde y asume con naturalidad unos hábitos que lleva prolongando el tiempo durante muchos años. Uno de estos curiosos comportamientos afecta directamente a la colocación de la mesa a la hora de comer: "Por ejemplo, cuando voy a comer tengo que reordenar los cubiertos".
Sin embargo, Martínez-Almeida quiere lanzar un mensaje de tranquilidad para todos los madrileños, especialmente las mujeres que podrían estar interesadas en conocer de forma más personal al alcalde de la capital: "Soy un tipo normal, con alguna manía, como todos. Que ninguna chica que me esté viendo se piense que soy raro". Esta aclaración, más que pertinente, evita de todo punto las malicias de quienes busquen atacar al alcalde por estos comportamientos, que no dejan de ser meras anécdotas y costumbres que el alcalde ha revelado ante los madrileños y los españoles en un costoso ejercicio de transparencia con su electorado.