Después de semanas de comunicados oficiales y de amenazas de apertura indiscriminada de Marruecos, finalmente el Ministerio de Exteriores marroquí ha hecho pública una nota prensa oficial en la que aseguran que la "confianza mutua" entre ambos países ha quedado completamente destruida tras la acogida de España al líder del Frente Polisario Brahim Ghali, que permanece ingresado en un hospital de Logroño.
Y es que Marruecos mantiene su postura frente a Ghali, lamentando que España haya "recibido en su territorio, de manera intencionada y de forma fraudulenta y oculta, a una perosna procesada por la justicia española por denuncias presentadas por víctimas de nacionalidad española [...] un líder que ha cometido crímenes abyectos, que viola, tortura, desprecia los derechos humanos y patrocina actos territoristas".
Sin embargo, el Gobierno marroquí también ha querido expresar que su malestar con España no sólo deriva de la presencia de Ghali en territorio español, sino a la posición de algunos políticos del Ejecutivo con respecto a la cuestión del Sáhara.
"El fondo del problema es una cuestión de confianza rota entre socios. El fondo de la crisis es una cuestión de segundas intenciones hostiles de España con respecto al Sáhara, una causa sagrada de todo el pueblo marroqui" aseguran desde Rabat.
Así mismo, Marruecos ha señalado que la "confianza y el respeto mutuos" se han roto ante las acciones de España durante los últimos meses, que alcanzan un relieve superior "al asunto de un hombre".
Franco ya vigilaba las acciones de Ghali
A pesar de que la acogida del líder del Frente Polisario solo haya sido la gota que haya colmado el vaso de la paciencia marroquí, lo cierto es que la presencia de Ghali en España es profundamente preocupante, no sólo por su relación con Marruecos, sino por su 'historial' delictivo.
Algo que se conocía desde el Gobierno de España, ya que el polisario ya había sido investigado por España hace décadas, durante la dictadura de Francisco Franco, quién ordenó a los servicios secretos desplegar un amplio operativo entre 1971 y 1975 para saber en todo momento las acciones y movimientos del cabecilla saharaui.
"Hay orden de que se le controle rigurosamente. Despliega gran actividad con su Land Rover. Ha viajado a Mauritania y Libia" escribían los servicios secretos franquistas, según ha podido saber el diario La Razón.
Los informes, realizados antes de la muerte de Franco y el abandono español del Sáhara, apuntan a Ghali habría asegurado que sólo volvería legalmente a su tierra cuando ondease la bandera saharaui y no estuviera España, destacando que lucharía contra Marruecos de forma incansable, y contando con una gran cantidad de armamento.