Hace seis años Mariano Rajoy denunciaba en el Senado una supuesta campaña de Pedro J. Ramírez, que aireó en El Mundo la corrupción que anidaba en el seno del PP. El periodista dejó El Mundo en 2016 y explicó que la guerra con el por aquel entonces presidente del Gobierno le pasó factura.
Sin embargo este pasado domingo Rajoy concedió por sorpresa una entrevista a El Español, medio fundador y dirigido por Ramírez. El expresidente mostró cierta distancia con el día a día político: "Yo me he retirado de la política y, por tanto, del día a día, y me he retirado de algo tan importante como es el ejercicio de la política. Es decir, ya no tomo decisiones. Ahora estoy en una situación diferente".
Pero matizó: "Eso no significa que deje de importarme lo que pasa en mi país. Me importa y lo sigo. Si alguien me pregunta y puedo aportar algo, por supuesto que estoy siempre a su disposición. La diferencia es muy sustancial. Antes tenía la capacidad y, sobre todo, la obligación de tomar decisiones. Yo creo que el país no es solo lo que haga o lo que sea el presidente del Gobierno o el ministro de turno: es lo que seamos todos los españoles, y cada uno, en el ámbito de su responsabilidad, puede aportar y tirar del carro".
Sobre Cataluña
Rajoy analizó la situación catalana: "Uno de los debates que volví a leer era uno que se produjo en las Cortes entre (el presidente del Consejo de Ministros, que lo sería de la República) Manuel Azaña y José Ortega y Gasset. Ahí fue cuando Ortega habló de lo de esa famosa conllevanza. La verdad, si vemos lo que ha sido la historia, este no es un buen momento, pero ha habido otros malos momentos".
Y asegura: "Habría que hacer un esfuerzo por parte de todos los que creemos, la mayoría, en que España es lo que es, el país más viejo de Europa, con una unidad conseguida antes que nadie, de integrar y de entendernos. Ese esfuerzo es absolutamente compatible con que se respeten las leyes y con que se tenga muy claro que España es lo que digan los españoles. Eso es el principio de soberanía nacional, que mantienen la práctica totalidad de los países del mundo, salvo lo que ocurre en el Parlamento británico".