María Jesús Montero no se corta y le da un 'palo' descomunal a Iglesias

El cisma entre socios de Gobierno se hace cada vez más grande

25 de Julio de 2022
María Jesús Montero no se corta y le da un 'palo' descomunal a Iglesias
María Jesús Montero no se corta y le da un 'palo' descomunal a Iglesias

La relación entre los socios de Gobierno parece diluirse con el paso del tiempo y el desgaste pasa factura también incluso entre aquellas figuras políticas que forman parte del Ejecutivo y que se supone deben mirar por la protección de un pacto que permite a Pedro Sánchez gobernar todavía en nuestro país con la ayuda de los comunistas de Unidas Podemos y los independentistas de Esquerra Republicana.

En ese sentido, la relación entre los políticos del PSOE y de Unidas Podemos no atraviesa el mejor momento en su historia. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sido preguntada, entre otras cosas, respecto de su relación con los políticos de Unidas Podemos, y ha involucrado a una persona que ha hecho saltar las alarmas del partido morado en otro cisma histórico de la política española.

En su entrevista del diario 'El Mundo', María Jesús Montero todavía confía en que el Partido Socialista retiene el supuesto apoyo de los españoles que les acercaron lo suficiente a La Moncloa en primer lugar, ignorando completamente todas aquellas encuestas que señalan como amplio vencedor de los próximos comicios a Alberto Núñez Feijóo y su renovación en el Partido Popular.

Sobre la falta de apoyo ciudadano, Montero ha señalado que deben "combatir es ruido que impide que las transformaciones políticas lleguen y que hace que a la gente le parezca que los que nos dedicamos a la cosa pública somos marcianos". Además, María Jesús Montero ha dejado caer, de forma indirecta, que las divisiones dentro del Gobierno son cada vez más visibles y que son precisamente estas las que están causando gran parte de la inoperatividad del Ejecutivo de un Pedro Sánchez incapaz de solucionar y tomar cargo de sus propias responsabilidades.

Sin embargo, Montero cree que los medios que señalan las diferencias entre socios de Gobierno caen en un "error", "porque en el 99% desarrollamos una agenda que no tiene discusión ni para el uno ni para el otro". Sin embargo, la propia Montero, en esta misma entrevista, es atrapada jugando a dos bandas y cayendo presa de su propia trampa.

La siguiente pregunta que María Jesús Montero enfrentó en su entrevista con 'El Mundo' ha sido una de las más comentadas en todos los canales de la actualidad política. La comodidad y el confort son imprescindibles a la hora de trabajar, puesto que las condiciones idóneas de trabajo serán las más apropiadas para que el rendimiento de los trabajadores crezca de forma sostenida con el paso del tiempo. Esta cuestión de comodidad también implica la relación con los compañeros de trabajo, algo que ha metido en un lío a María Jesús Montero.

La ministra de Hacienda fue preguntada si se siente "más cómoda con Yolanda Díaz que con Pablo Iglesias", y la respuesta de la política del Partido Socialista es demoledora para el exlíder de Unidas Podemos, que desde su marcha de la política está viviendo una traición detrás de otra, viendo cómo quienes decían apoyarle en realidad ahora le critican y siguen caminos ideológicos muy diferentes a los que él había marcado. Una de estas traiciones es la de María Jesús Montero.

La titular de Hacienda ha comentado que tiene "mejor relación" con Yolanda Díaz, puesto que han "practicado la complicidad con mujeres". Esta respuesta es brutal para Iglesias, que queda finalmente repudiado y rechazado por sus antiguos compañeros de trabajo y socios de Gobierno, a pesar de que ha intentado suavizar sus palabras para contener el posible daño que ha provocado.

La titular de Hacienda comparte con ambos por igual "proyecto político" y "aficiones y gustos", lo que "ayuda mucho y permite salvar situaciones aparentemente muy complicadas". A pesar de todo, las palabras de la titular de Hacienda han provocado un auténtico terremoto, enviando un duro mensaje a Pablo Iglesias, despreciado y denostado hasta el extremo por sus propios socios de Gobierno y excompañeros de trabajo.