La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha convertido en una de las personas más mediáticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez... y no por sus medidas contra la crisis económica que atraviesan los ciudadanos españoles, sino todo lo contrario.
Así pues, y tal y como destacaba la socialista en una entrevista en RNE, la intención de su partido, no es otra que la de incrementar el IRPF , una tasa a la banca, el impuesto del diésel... en definitiva, "establecer una fiscalidad en la línea de que las grandes rentas, los grandes capitales y los grandes grupos empresariales hagan un esfuero superior".
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Estrategia del ministerio de Hacienda que no ha sorprendido, tal y como ha podido saber El Español, a los más cercanos a la ministra durante su etapa de juventud, reconociendo que la joven María Jesús Montero siempre tuvo una "obsesión con los ricos", siendo "una comunista radical, soñando con una sociedad más igualitaria".
Una juventud en la que la inclinación política de don Manolo, un cura de Triana, así como la de sus padres, y sus vivencias en la universidad, fueron determinantes para que esa joven estudiante de medicina acabara convirtiéndose en la actual ministra de la fiscalidad española.
Un piso patera, y un novio de IU
"Era una chiquilla muy morena. De piel y de pelo. Algunos le llamaban 'la negra' por eso, aunque creo que a ella no le gustaba. Se vestía y peinaba de cualquier manera, tenía un punto entre hippie y agitanado" cuenta un ex compañero de la ministra de la Facultad de Medicina de Sevilla.
Un aspecto que, sin embargo, poco tenía que ver con su "personalidad fuerte y autoridad innata", que le hicieron convertirse en delegada del primer curso de Medicina, y en una de las personas más conocidas de la Facultad, siempre metida en las manifestaciones y protestas en favor de la democratización de la Universidad sevillana.
Ideales políticos que, según muchos, "mamó en casa", aunque su gran influencia fue don Manolo, un cura de Triana al que visitaba mucho como cristiana, y que le inculcó "el veneno de la política" comunista radical.
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Veneno que se potenció con su pertenencia a la Juventud Obrera Cristiana y las Juventudes Comunistas... así como en su piso de estudiantes en Triana: "residía en una especie de piso patera donde siempre había gente; se fumaba, se leía a Marx..."
Lugar donde conoció a Rafael Ibáñez, un cordobés estudiante de derecho, que se convertiría en secretario general de Juventudes Comunistas en Andalucía, afiliado a IU... y con quien se casaría poco después, siendo el padre de sus dos hijas, y con quien actualmente mantiene una relación "cordial" a pesar del divorcio.
Un pasado que define a la actual ministra de Hacienda, que con sus medidas intenta convertir a la fiscalidad española en un sistema más cercano al "comunismo", contando para ello con el apoyo, casi absoluto, de Unidas Podemos.