La titular de la cartera de Defensa, Margarita Robles, siempre se ha caracterizado por ser una de las integrantes del Gobierno más discretas, deseosa de estar alejada de toda polémica o controversia que abunda en el Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos e interviniendo en las disputas internas y externas solo cuando ella o su ministerio estén directamente implicados.
La llegada de Filomena fue uno de esos momentos en los que Margarita Robles se vio obligada a aparecer en los medios de comunicación para defender la gestión de su ministerio, que estaba sufriendo un duro cuestionamiento desde la oposición durante el mes de enero de 2021. Esta situación crítica y caótica que vivió España durante enero del año pasado provocó algunas diferencias entre los miembros de Gobierno, que se suman a una larga lista de desencuentros y fricciones en un Ejecutivo que se sostiene milagrosamente.
Durante ese lapso de tiempo, seguramente Margarita Robles no tuvo tiempo ni de dormir. A pesar de que la responsable de la cartera de Defensa sea una de las mujeres más poderosas en España actualmente, la discreción es uno de los valores fundamentales en su vida. Apenas se conoce nada de su vida personal, salvo aquellos detalles que deben trascender obligatoriamente con motivo de, por ejemplo, la realización de declaraciones de bienes u otras exigencias fiscales y tributarias.
En una entrevista en 2016, antes de ser elegida como ministra de Defensa por Pedro Sánchez, Robles mantuvo su línea con la discreción en su vida privada. El periodista, consciente de tal forma de entender la política, preguntó a Margarita Robles a qué dedicaba los domingos. La respuesta fue sorprendente: "A lo mismo que la inmensa mayoría de los ciudadanos. Primero, duermo más. Me encanta dormir y no puedo entre semana. Y luego ir a la compra, al cine, a ver a los amigos, a leer...". Estas curiosas declaraciones demuestran que todo el secretismo de Robles en torno a su vida privada es, simplemente, por pura profesionalidad: no es un aspecto relevante para la correcta ejecución de su trabajo.
Esta profesionalidad de la titular de Defensa se refleja también en la revelación de un dato desconocido hasta entonces: la presencia de su mascota, Luna. La yorkshire con la que Robles comparte piso es una compañera fundamental en la vida de la ministra, que asegura desconocer si "aprendo de ella o ella de mí cuando estamos juntas. Después de una jornada de estrés y preocupaciones, lo que consigue es relajarme. Además de haberme enseñado a disfrutar de las pequeñas cosas".
Su carrera como jueza durante más de diez años y su actual experiencia siendo la tercera mujer en ocupar el cargo de ministra de Defensa han forjado un carácter especial en Margarita Robles, partidaria de tener una filosofía de vida menos rígida que algunos de sus compañeros de Gobierno sin olvidar cuál es su papel fundamental: trabajar por y para los españoles. "Hay que desdramatizar todo: hay tantos problemas, la gente lo pasa mal, que reconozco que soy una privilegiada, y como lo soy, habiendo como hay tantos dramas, no puedo permitirme el lujo de mirarme el ombligo todo el día". Estas son las valientes palabras que definen perfectamente a una ministra afable y cercana pero estricta y profesional cuando el deber llama a su puerta.