El independentismo catalán, tras el fracaso del 1 de octubre y la encarcelación de los principales líderes independentistas del procés, debido a delitos de sedición y malversación, han encontrado en Europa un nuevo espacio para continuar con su desafío contra el Estado español y todo aquello que lo representa.
Así pues, tanto Carles Puigdemont, fugado en Waterloo desde la fallida declaración de independencia de 2017, como sus principales apoyos independentistas, como Clara Ponsatí o Toni Comín, han aprovechado sus asientos como europarlamentarios para cargar contra la "opresión" que ejerce el Gobierno español contra los independentistas catalanes, llegando incluso a asegurar que se han producido juicios 'políticos', represión, persecución política, etc.
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Palabras que, a pesar de que quedan desmentidas con la mesa de diálogo abierta entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, siguen resonando con fuerza en el Parlamento Europeo, donde jóvenes independentistas se han dado cita en el 'European Youth Event' para, nuevamente, cargar contra España y exigir a Europa que actúe contra uno de sus estados miembros.
"Estamos reprimidos por un miembro de la Unión Europea" ha asegurado el activista independentista Marcel Vivet, durante su intervención en la Cámara europea "hay cientos de jóvenes que reciben la dura represión del estado español".
Mentir ante el Parlamento Europeo
Así pues, el independentista ha pedido la "solidaridad" de Europa con los "cientos y cientos de jóvenes que sufren la represión del Estado español", poniéndose a sí mismo como ejemplo.
"Yo ahora mismo estoy condenado a cinco años de cárcel por asistir a una manifestación contra la violencia policial" ha asegurado Vivet; eso sí, el secesionista ha evitado explicar que su condena no corresponde a su asistencia a la manifestación, sino a la agresión que cometió contra un Mosso d'Esquadra mientras participaba en la marcha.
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Una mentira del joven secesionista que se une a la de ser un pueblo "reprimido" y silenciado por el Estado español; algo que desmiente con su propia presencia en el Parlamento Europeo, demostrándose así que, a pesar de sus dañinas palabras contra la imagen de España, ese 'Estado opresor' sigue permitiendo su libertad política, y su libertad de expresión, a niveles internacionales.