Manuel Valls medita en su polémico confinamiento en Menorca su regreso a Francia por la puerta grande

Valls ha mejorado sus relaciones con Emmanuele Macron, presidente de la República Francesa, y su nombre suena como posible primer ministro francés.

Manuel Valls medita en su polémico confinamiento en Menorca su regreso a Francia por la puerta grande
Manuel Valls medita en su polémico confinamiento en Menorca su regreso a Francia por la puerta grande

El exprimer ministro francés y líder de BCN Canvi en el Ayuntamiento de Barcelona, Manuel Valls, ha dicho en 'Le Monde' que "no he roto con la política francesa".

El político barcelonés ya explicó el pasado 28 de febrero en 'Le Parisien' que quiere ser "útil" para el actual primer ministro francés, Emmanuel Macron, y también ha admitido al propio 'Le Monde' que le fascina el debate político en Francia porque es su vida, según él. (Manuel Valls echa de menos en España la firmeza de Francia contra los violentos)

"No estoy en el exilio, no he desaparecido y he venido regularmente en París. No he roto con esta ciudad, ni con la política francesa", y el rotativo ha destacado su reparición en la escena política francesa en las últimas semanas a través de medios de comunicación.

"No renuncio a ser útil a los franceses y a Francia, mi única patria"

En las últimas semanas se ha especulado con la posibilidad de que Valls podría volver a la política francesa por la puerta grande, aprovechando su excelente conexión con el presidente de la república francesa Emmanuel Macron. Incluso, en los mentideros políticos del Eliseo se habla de Valls como primer ministro, cargo que ya desempeñó en el pasado.

Valls ha manifestado a Le Parisien que “nunca he abandonado u olvidado este país que tanto me ha dado. Y por mi amor por Francia, mi única patria, quiero decir que si bien mi retorno político no está a la orden del día, nunca renunciaré a ser útil a los franceses”. (Manuel Valls saca el hacha de guerra contra Albert Rivera con una rajada épica)

En unas declaraciones a Le Monde, en agosto del pasado año, había insistido en que "vine  a Barcelona, sentí unas vibraciones, lo vi como una formidable oportunidad. Si no, estaría desesperado allí, en Francia. ¿Qué tenía que hacer? ¿Esperar a que Macron me llamase? ¿Decir alguna tontería para que me escuchasen? Tengo ganas de vivir, pasar un año casi sabático”. 

“No estoy en el exilio, no he desaparecido y vengo regularmente a París. No he roto con esta ciudad ni con la política francesa”. Su sintonía con el presidente de la República, Emmanuel Macron, es actualmente fluida. Su relación años atrás en el Partido Socialista fue distante debido a las luchas por el poder, pero ahora se ha suavizado: “No me fío de él, porque aún lo creo capaz de enredar”, dijo Macron de Valls, según recogió el semanario Le Canard Enchaîne. Pero ahora todo ha cambiado. Y su nombre suena con fuerza para presidir el gobierno francés.

Polémico confinamiento en Menorca

Y mientras Manuel Valls medita sobre su futuro político entre Barcelona y París, disfruta de un paradisíaco confinamiento en Menorca junto a su mujer Susana Gallardo, en una finca de su propiedad. La decisión de traladarse a Menorca no ha gustado en la isla y en diversos sectores independentista. El sadical exaltado Xavier Sala i Martín le acisó de “huir a las Balears a pasear en barco”, por abandonar Barcelona en donde es regidor del ayuntamiento. Y añadía: “¿Alguien sabe si, como dice la web del Ajuntament de Barcelona, sigue cobrando 95.000 euros? ¿Alguien sabe qué está haciendo exactamente por los ciudadanos de Barcelona?”. (Así es Susana Gallardo: ¡El braguetazo de Manuel Valls!)