¡Mal rollo en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio!

La presencia de Vania Millán y Lorena Gómez al enlace de Sergio Ramos y Pilar Rubio aporta alta tensión a la jornada.

¡Mal rollo en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio!
¡Mal rollo en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio!

Ha llegado el  gran día y todo está a punto para que la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio se convierta en un histórico acontecimiento social con la complicidad de 500 invitados que acudirán al enlace con la sana intención de compartir la alegría de la pareja, que ya son padres de tres hijos.

Pero no todo será bonito ni bucólico. Hay algo que preocupa, y mucho, a los novios: la presencia, juntas, de la ex mujer de René Ramos, Vania Millán, y su nueva acompañante, Lorena Gómez, que fue la ganadora de Operación Triunfo 2006.

Las dos acudirán a la boda y quienes conocen la relación que ambas tienen con la novia aseguran que la tensión entre ambas está asegurada, hasta el punto de que pueden incluso restar protagonismo a la pareja.

¡Alta tensión entre las "cuñadas" de Pilar Rubio!

De hecho, aunque Lorena es ahora la "cuñada" de Pilar Rubio, lo cierto es que su amistad con la ex del hermano de Ramos, Vania Millán, es tan intensa que poco menos que son como hermanas, mientras que a Lorena no ha acabado de aceptarla y para ella es más una amiga/conocida que una cuñada.

Ni siquiera la invitó a la Hacienda de El Escorial, en donde tuvo lugar su despedida de soltera, y en la que sí estuvo Vania, que de hecho fue quien la organizó.

Vania, que fue Miss España, estuvo con René Ramos doce años, los dos últimos después de pasar por el altar. La relación acabó de forma tormentosa, pero Vania mantuvo su relación casi familiar con Pilar, por lo que asistirá a la boda en calidad de "una de las mejores amigas de la novia". Y allí se verá las caras con su exmarido y con su nueva acompañante, por la que no siente ninguna simpatía, como Pilar Rubio

Se espera que Vania acuda acompañada del doctor Julián Bayón Díaz, el hombre con el que ha rehecho su vida.

Es el único punto que Sergio Ramos y Pilar Rubio tienen descontrolado de la jornada que esperan que sea la mejor de sus vidas.