La Comunidad de Madrid se ha convertido, este fin de semana, en el territorio peninsular con menor incidencia acumulada, registrando 285 casos por cada 100.000 habitantes; solo las islas Canarias y Baleares tienen un registro inferior al de la capital.
Unos datos que han permitido que el histórico mercadillo madrileño de 'El Rastro' reabra por fin sus puertas, tras ocho meses sin abrir. Y lo ha hecho este domingo, eso sí, con la mitad de los puestos habituales (cerca de 500) y un aforo máximo de 2.702 personas, que será controlado por 150 agentes policiales y miembros de Protección Civil.
Una apertura que, sin embargo, también ha llegado acompañada de nuevas restricciones para los madrileños: y es que la Comunidad de Madrid cerrará perimetralmente su territorio del 4 al 14 de diciembre, evitando así la movilidad en el puente de la Constitución.
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Pero esta increíble bajada en los números de Madrid con respecto al virus no sólo suponen un alivio para los madrileños y su Gobierno, sino también un 'zasca' de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, al Gobierno de España.
Sobre todo,a Salvador Illa, Fernando Simón y Pedro Sánchez quienes, muy críticos con la gestión de Madrid desde el inicio de la pandemia, no han dudado en criticar abiertamente la gestión de la popular, llegando incluso el presidente del Gobierno a declarar el estado de alarma en la capital el pasado 9 de octubre.
Y es que los datos demuestran que el sistema 'quirúrgico' de Ayuso funciona, no sólo bajando los preocupantes números de Covid-19 en Madrid, sino consiguiendo esa bajada numérica sin paralizar la economía de la capital, tal y como han hecho otras comunidades autónomas como Cataluña.
El 'equipo de expertos' de Ayuso, fundamental
"Los medios hablan de un milagro, los investigadores están asombrados y no encuentran una explicación correcta al fenómeno" explica la agencia de noticias alemana DPA sobre la gestión del coronavirus por parte de la presidenta madrileña.
Un 'milagro' que se puede explicar: la presidenta popular ha sabido apoyarse, desde el inicio, en un 'equipo de expertos' sanitarios que decidían apostar por los test de antígenos, descongestionándose así los laboratorios de la PCR, y acortando la cadena de transmisión del Covid-19 a una mayor velocidad.
Una estrategia que no ha sido repetida por el Ministerio de Sanidad, que se encuentra centrado en la esperanza de la vacuna contra el coronavirus, cuyas primeras dosis no llegarán hasta enero de 2021.