El triple crimen de Alcàsser sigue generando morbo y curiosidad 25 años después de los terribles hechos. Muestra de ello son las visitas turísticas a las tumbas de las niñas.
El crimen que conmocionó a todo el país en 1993 ha vuelto a ser una fuente de noticias debido al tanoturismo que se ha puesto de moda en la zona del suceso. (¿Cómo surgió el mito de la 'snuff movie' en el crimen de las niñas de Alcàsser?)
La serie de Netflix sobre el crimen ha acercado uno de los episodios más negros de España a los jóvenes que, por edad, no lo conocieron. Además, ha recordado al resto de la sociedad el atroz suceso.
Esto ha llevado a que muchos viajen a Alcàsser para recorrer los lugares donde Miguel Ricart y Antonio Anglés secuestraron, torturaron, violaron y mataron a las tres niñas.
Una de estas visitas que se hacen por la zona de Alcàsser tuvo un sorprendente e inesperado descubrimiento ya que el 24 de junio una pareja encontró varios huesos humanos en la fosa del triple crimen de Alcàsser.
La Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia (IML) está investigando si pertenecen a una de las niñas asesinadas. (La historia de la cuarta niña de Alcàsser, Esther Díaz, al descubierto)
Un turismo que nació en Estados Unidos
En Estados Unidos se ofertan tours en las grandes ciudades para recorrer los lugares donde se han cometido los asesinatos más atroces y mediáticos.
Por ejemplo, en Los Ángeles se recorren las casas de Sharon Tate o de O.J. Simpson. También en España, en ciudades como Madrid o Toledo se hacen rutas por sus escenarios más tétricos.