El Barça se va quedando sin efectivos en la selección española y anoche, frente a Gales, fue el detonante de un cambio de tendencia que viene dado desde el pasado Mundial. Más de dos años después, España jugó sin ningún jugador del Barcelona.
Las retiradas de Piqué e Iniesta, el veto de Luis Enrique a Jordi Alba, la lesión de Sergi Roberto y los problemas físicos de Sergio Busquets, han permitido un fenómeno que no se veía desde el 1 de junio de 2016, todavía con Vicente del Bosque en el banquillo.
Por aquel entonces, el seleccionador no llamó a ningún integrante del Barça ni del Sevilla, ya que días antes habían disputado la final de Copa y quiso otorgarles algunos días de descanso. Fueron dos amistosos frente a Corea del Sur y Bosnia.
En partido oficial, hoy precisamente se cumplen tres años del último encuentro sin jugadores azulgranas. Era la fase de clasificación para la Eurocopa, no obstante, España se clasificó días antes frente a Luxemburgo, y en el intrascendente choque ante Ucrania, del Bosque alineó a los menos habituales.
El míster dio descanso a Bartra, Piqué, Jordi Alba y Busquets, aunque algunos de ellos sí que tuvieron minutos en la segunda parte.
Ahora, con Luis Enrique en el banquillo, muchos pensaban que la presencia de jugadores azulgrana se iba a aumentar, pero lo cierto es que es prácticamente inexistente. El Barça cuenta con 6 jugadores seleccionables (si excluimos a Piqué), mientras que el Madrid cuenta con 12.
Busquets tampoco tiene el puesto asegurado
Anoche, sin ir más lejos, Busquets era el único alineable para el entrenador, que decidió poner en su lugar a un Rodri que cada vez amenaza más con su puesto. Podríamos decir que Busquets, la última resistencia azulgrana de España, ha pasado de ser imprescindible a tener una exigente competencia.