La variante ómicron, que se ha expendido por toda Europa a una velocidad muy inquietante, ha afectado de forma directa a la mayoría de las aerolíneas, que han tenido que recurrir a los llamados 'vuelos fantasma' durante los últimos meses tras las masivas cancelaciones.
Las empresas que realizan vuelos con aviones comerciales han sufrido desde las pasadas navidades una gran cantidad de cancelaciones. Algunos vuelos han salido con unos pocos pasajeros mientras que otros han despegado completamente vacíos.
La mayoría de estas cancelaciones se produjeron debido a que el pasajero había dado positivo por coronavirus o sencillamente por miedo a contagiarse. En días señalados como Nochebuena o Navidad se registraron más de 6.000 vuelos cancelados en todo el mundo.
Lo que pocos saben es que las aerolíneas siguen operando con aviones prácticamente vacíos o, directamente, sin ningún pasajero en su interior para mantener siempre sus derechos de vuelo. Por esa razón se han estado llevando a cabo los conocidos como 'vuelos fantasma'.
Un claro ejemplo de esta situación lo encontramos en la aerolínea Lufthansa, que es la más potente de Alemania. Durante este invierno deberá realizar un total de 18.000 vuelos que, en otras circunstancias, habrían sido cancelados porque no hay pasajeros, ha explicado el medio ‘Le Soir’.
Ese derecho a vuelo que permite a los aviones comerciales despegar sin pasajeros es conocido como 'slot'. Se trata de un permiso asignado a una aerolínea para que sus aviones puedan usar las instalaciones del aeropuerto y debe haber un mínimo de vuelos para mantenerlo.
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Más aerolíneas que 'slots'
Por lo general, hay más aerolíneas que 'slots' por lo que los aeropuertos son los que deciden que empresas son las que se llevan esos derechos de vuelo. Eso sí, el aeropuerto establece una serie de condiciones que las aerolíneas deben cumplir para seguir operando ahí.
Actualmente, el uso mínimo de las franjas horarias asignadas para cada compañía es del 50%. Esta situación ha generado mucha tensión entre las aerolíneas, que consideran que es una cifra demasiado elevada para el número de reservas que se realizan. Eso hace que, con la situación actual del coronavirus y las posteriores cancelaciones, tengan que despegar aviones completamente vacíos.