Irene Montero es una de los principales puntos polémicos del Gobierno de Pedro Sánchez. La ministra de Igualdad solo provoca polémicas y nuevas discusiones en el seno del Ejecutivo, especialmente después de la marcha de Pablo Iglesias de esta coalición que ha permitido a Pedro Sánchez gobernar el país con el beneplácito de comunistas e indepedentistas.
Es precisamente el comunismo de Unidas Podemos uno de los puntos más débiles del Gobierno, y las rápidas contradicciones en las que caen todos los puestos de relevancia afiliados a este partido político. Incluso la propia Irene Montero es víctima de esta tendencia, puesto que se ha demostrado con el paso del tiempo que la mayoría de los políticos de Unidas Podemos que luchaban contra la 'casta' política se han acabado convirtiendo en ella.
El ejemplo por antonomasia es Pablo Iglesias. Uno de los fundadores y exlíder de Unidas Podemos, Iglesias siempre se mostró orgulloso de haber nacido y crecido el barrio humilde más famoso de Madrid, donde las condiciones de vida no son, en algunos casos, las mínimas necesarias para tener una vida digna. A pesar de usar estos argumentos en su campaña política y exponer su antigua vivienda de Vallecas, el exlíder de Unidas Podemos abandonó esa vida en cuanto pudo en favor de la comodidad de un chalet de 600.000 euros en la exclusiva localidad de Galapagar, situada en la sierra de Madrid en una urbanización privada con fuertes medidas de seguridad y todo tipo de lujos.
Además de este ejemplo, que es el más llamativo para todos los españoles por los dichos y por los hechos que se han acontecido a lo largo de la carrera política de Pablo Iglesias, el otro más significativo es el de su pareja: Irene Montero. Si bien la hoy ministra de Igualdad no ha sobreexpuesto sus orígenes humildes, sí que ha seguido la línea de Pablo Iglesias y ha empleado este argumento para hacer campaña o defender alguna idea o defenderse a sí misma en cualquier debate en el que se viera atrapada.
Montero ha vivido, como el exlíder de Unidas Podemos, en barrios humildes. Sin embargo, la diferencia principal con Iglesias es que Montero cambió de residencia hasta en tres ocasiones, mientras que Pablo Iglesias siempre fue un fijo de Vallecas. Los barrios por los que Irene Montero ha estado son lugares humildes de diferentes áreas periféricas de Madrid: La Elipa, Ciudad Lineal antes de su remodelación y repoblación y Moratalaz.
Fue residiendo en Moratalaz que se consagró el ascenso de Montero a la política nacional de la mano de quien luego sería su pareja, Pablo Iglesias. A pesar de que ambos vivían relativamente cerca y su relación era estable, decidieron dar el paso y destruir años de duro esfuerzo en los debates y discusiones públicas, entrando a formar con efectivo inmediato parte de la 'casta' al comprarse un chalet de 600.000 euros en Galapagar.
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce. Parece ser que Montero e Iglesias mordieron mucho más de lo que pueden masticar actualmente, ya que el exorbitado precio del chalet, que inclusó se llegó a someter a votación con las bases del partido, es infinitamente superior al dinero que dicen tener Pablo Iglesias e Irene Montero: la pareja se ha visto obligada a pedir una hipoteca de 540.000 euros para poder vivir en su lujosa adquisición, abandonar los barrios humildes que nunca olvidarán su paso por allí y convertirse definitivamente en nuevos integrantes de la 'casta' política de este país.