A pesar de la defensa histórica que el PSOE ha hecho de las víctimas del terrorismo vasco, y a pesar del rechazo frontal de la ciudadanía española, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha dudado, en los últimos meses, en desoír a la opinión pública y acercar al País Vasco a los miembros de ETA aún en prisión.
Decenas de etarras han sido trasladados en los últimos meses como posible 'pago' del presidente socialista al apoyo de los partidos nacionalistas vascos a su Ejecutivo en el Congreso de los Diputados.
Movimientos que han indignado y enfadado a las asociaciones de víctimas del terrorismo, que no sólo no han sido informadas convenientemente de estos movimientos, sino que se han visto desprotegidas y desestimadas por el Gobierno de forma constante.
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Ahora, los etarras no solo gozarán del beneplácito del Gobierno... sino también de un libro que contará, sin un ápice de arrepentimiento, su punto de vista desde dentro de la formación terrorista, llegándose a justificar la "lucha armada" de estos asesinos, que acabaron con la vida de decenas de personas, sembrando el pánico y el horror por toda España por sus "ideales".
Testimonios de etarras orgullosos
"Hay otras organizaciones y otras formas de hacer política y de hacer frente al estado, pero digamos que el ser miembro de ETA te deja el sello marcado, y eso lo vivo con mucho orgullo" asegura uno de los etarras entrevistados "La sociedad en Euskal Herria sabe que no hicimos lo que hicimos para llenarnos los bolsillos, sino por una sociedad que fuera mejor para la gente".
Este testimonio pertenece a uno de los nueve miembros de ETA que, lejos de arrepentirse, se orgullecen de su pasado en la banda terrorista, aportando sus testimonios y vivencias en el libro 'La lucha armada: conversaciones con ETA", escrito por Egoitz Gago y Jerónimo Río, que saldrá dentro de poco a la luz.
Testimonios en los que estos etarras no sólo no se arrepienten de sus actos, sino que los justifican, hablando de una "lucha armada" contra el Estado que era apoyada por "la población".
"La contribución de ETA ha permitido que este país (El Pís Vasco) no desaparezca, que no haya sido absorbido por el Régimen del 78 [...] lo hemos pagado y el precio ha sido muy alto [...] mereció la pena" aseguran los testimonios incluídos en el libro, donde se llega a asegurar que las víctimas de la banda terrorista "eran objetivos", y que desde dentro de la organización "no te ponías a pensar que lo que hay detrás de cada uno son personas".