La división del Partido Socialista (PSOE) que comenzó hace dos años con la guerra entre Pedro Sánchez y Susana Díaz ha pasado factura en las elecciones andaluzas.
Los socialistas contrarios a Susana Díaz, todavía presidenta de la Junta de Andalucía, impulsaron una campaña que, finalmente, ha dañado al partido.
El pasado mes de octubre, en la dirección regional del PSOE de Andalucía saltaron todas las alarmas cuando descubrieron una iniciativa para desacreditar a Susana Díaz.
La campaña, promovida por los votantes socialistas afines a Pedro Sánchez, invitaba a votar al PSOE pero tachando el nombre de Susana Díaz en la papeleta.
El problema es que, al tachar el nombre de un candidato el voto pasa a ser considerado como nulo ya que supone una manipulación de la papeleta.
Esta no es una práctica nueva ya que los votantes afines a Esperanza Aguirre tacharon en las municipales el nombre de Alberto Ruíz-Gallardón como cabeza de lista al Ayuntamiento de Madrid.
Miles de papeletas tachadas
Según ha informado El Confidencial Digital, el PSOE ha contabilizado miles de papeletas con el nombre de la todavía presidenta de la Junta tachado o con frases, por lo que el voto socialista no se contabilizó.
Esta práctica es uno de los motivos por los que los votos nulos se han multiplicado. De las 41.000 papeletas manipuladas en 2015 se ha pasado a las 81.000 del pasado domingo.