La fusión de CaixaBank con Bankia se concretará en breve con 8.291 despidos y 1.534 agencias cerradas. Madrid resultará especialmente perjudicada con el doble de despidos que en Cataluña por las duplicidades que se producen entre las dos entidades bancarias.
Estamos ante el mayor expediente de regulación de empleo (ERE) que se ha visto en un banco en España. En la actualidad, el grueso de la plantilla se eleva a 44.181 empleados sumados los de CaixaBank y los de Bankia.
En Madrid trabajan 9.938 empleados de ambas entidades, lo que supone el 22,5% del total de la plantilla de la nueva entidad bancaria. En Barcelona trabajan 9.392 empleados. La plantilla catalana es más joven que la madrileña debido a que en los últimos años se han realizados ajustes, algo que no ha sucedido en Bankia. CaixaBank saldó su último ERE en mayo de 2019 con la salida de 2.023 empleados.
En Cataluña se verá afectado el 8,9% del total de la plantilla, mientras que en el resto de comunidades la cifra de promedio se eleva por encima del 20% del total de empleados.
Sólo Euskadi, con un 7,6% del total de la plantilla, y Navarra (8,5%) están por debajo de las salidas que se producirán en Cataluña. En Madrid la criba llegará al 21%. Las Comunidades más afectadas son La Rioja (32,6%) y Región de Murcia (30,3%).
UGT anuncia movilizaciones
UGT ha recibido de forma hostil el ERE previsto por la nueva entidad resultante de la fusión, calificándola de "salvaje y vergonzosa" e insinuando movilizaciones para evitar que sea llevada a cabo.
En un comunicado acusa al Gobierno central de ser responsable de este proceso, por la participación del 16,1% que el Estado mantiene en Caixabank. Y acusan de que “Un Gobierno progresista como el actual no puede avalar el despido de tal cantidad de trabajadores”
“Creemos que Caixabank pretende ir más allá de la simple eliminación de duplicidades. Que la plantilla pague la factura de la fusión y la pandemia, aprovechando un ERE por causas organizativas. Un expediente con el que quieren recortar las condiciones laborales, planteando unas condiciones de salida indignas y miserables”, ha lamentado Víctor Miravete, secretario del sector financiero de la UGT.