A finales de abril, el Govern liderado por Quim Torra aprovechó una consulta abierta de la Comisión Europea sobre el informe anual del Estado de Derecho 2020 para compartir un documento propio con su lista de agravios.
El Ejecutivo catalán denunció la falta de imparcialidad de la Justicia española y señaló directamente al Tribunal Supremo por el asunto del procés, según Crónica Global y La Razón. (Hacienda somos todos, también el golpista Carles Puigdemont: ¡¡A pagar!!)
Tras esto, la entidad Impulso Ciudadano ha elevado al mismo organismo europeo un documento de 31 páginas en el que se advierte sobre Cataluña y en el que se exponen los mandamientos del Método Puigdemont.
Impulso Ciudadanos ha elaborado una serie de puntos en los que explican el 'modus operandi' del separatismo catalán para conseguir su objetivo, que no es otro que la independencia.
Los mandamientos del Método Puigdemont
El primero de los mandamientos de los independentistas es el odio hacia España y a todo lo relacionado con lo español. En estos últimos años, los separatistas han manifestado este odio de muchas maneras.
El segundo punto a destacar es el desafío a la legalidad (que mantienen un número significativo de gobiernos locales) y el recordatorio de que están dispuestos a volver a enfrentarse al Estado con un referéndum de autodeterminación. (Puigdemont está de cuerpo presente en la Generalitat: ¿Quién manda aquí?)
El tercer mandamiento es el uso de símbolos independentistas (esteladas y lazos amarillos) tanto a nivel personal como institucional. Que se vean en perfiles de redes sociales pero también en edificios públicos.
Otro de los puntos es el adoctrinamiento en las aulas a los más pequeños para que se acerquen a la idea de la independencia y odien a todo lo que tenga relación con España. Algunos colegios catalanes llevan a cabo esto excluyendo el castellano.
El quinto mandamiento es el control de los medios de comunicación públicos como TV3 para hacer una campaña constante del independentismo que llegue a todos los hogares catalanes.
El sexto y último es salir a las calles a protestar como ocurrió el pasado mes de octubre tras la sentencia del Tribunal Supremo. En aquella ocasión, las calles se llenaron de violencia, de contenedores ardiendo, de barricadas y de batallas campañes entre separatistas y policías.