Los retoques estéticos de Pedro Sánchez: ¿qué se ha hecho en la cara el presidente?

El presidente del Gobierno se ha sometido a un curioso tratamiento para mejorar su apariencia física

23 de Abril de 2022
Los retoques estéticos de Pedro Sánchez: ¿qué se ha hecho en la cara el presidente?
Los retoques estéticos de Pedro Sánchez: ¿qué se ha hecho en la cara el presidente?

Pedro Sánchez es uno de los líderes más carismáticos que la política española ha tenido la oportunidad de conocer. El carisma natural que desprende el presidente del Gobierno fue una de sus principales bazas en su proceso de resurrección política y de su llegada al Gobierno gracias a la moción de censura de 2019 y a la posterior victoria en los comicios de ese mismo año.

Otro de los puntos fuertes de Sánchez es, indudablemente, su aspecto exterior. Considerado como un político realmente atractivo por gran parte de la opinión pública española, la cara del presidente del Gobierno ha experimentando un cambio radical desde que asumió el cargo de presidente de nuestro país. El estrés y las largas jornadas de trabajo han hecho mella en cómo se mira el presidente al espejo.

Con un aspecto menos juvenil y más cansado, Sánchez todavía mantiene el aplomo del que hacía gala como candidato a pesar del inexorable paso del tiempo que ha provocado que Sánchez tenga más arrugas y un rostro marcado por las diferentes vicisitudes que el socialista ha tenido que vivir desde La Moncloa. El trabajo de presidente de un Gobierno es una tarea que ha dejado una marca clara en personajes como Barack Obama o el propio Pedro Sánchez, que ha experimentado un proceso acelerado de envejecimiento a pesar de tener solo 50 años.

Para disimular los efectos físicos de tan exigente carga, Sánchez ha recurrido a diferentes técnicas para aliviar el desgaste y castigo que su rostro está soportando durante estos años de legislatura, con el objetivo de mantener una apariencia agradable e inspiradora de cara a la opinión pública. La primera de las acciones de Sánchez es el empleo de tinte de cabello, con el que parece mantener de forma uniforme el color de su pelo. Esta decisión constrasta de lleno con su determinación anterior de no emplear tinte para el pelo, aun sabiendo que ya lucía canas antes de su elección como presidente del Gobierno. Quizá su llegada a La Moncloa ha provocado que Sánchez se percate de esta situación y haya querido corregirla de inmediato.

La otra estrategia es la aplicación de una sofisticada técnica a la que no muchos tienen acceso: el presidente se ha sometido a un tratamiento con láser CO2 a través del que se alisa la piel. Además de tensar las fibras de la epidermis y alisarla para eliminar sus imperfecciones, este vanguardista tratamiento también está acompañado por intensas sesiones de masajes y circuitos de hidratación de la piel del rostro del presidente. Esta hidratación constante permite que la cara de Sánchez haga gala de una piel más consistente, brillante y con menos arrugas, lo que sin duda modifica su rostro de forma positiva de cara al electorado y la opinión pública española.