Los separatistas han empezado con la organización de la Diada de Cataluña, la fiesta regional que ha sido robada a los catalanes no independentistas y enfocada únicamente a la reclamación de la república imaginaria.
La Asamblea Nacional Catalana propone que este año se celebren los actos en la Plaza España de Barcelona, pero los militantes más radicales creen que deberían enfocar la jornada para “dar mucho miedo”.
Rodeamos las cárceles y todo lo que nos venga en gana, pero pacíficamente
Proponen rodear las cárceles de los golpistas, las estaciones de tren, los aeropuertos, puertos y hacer escraches a las empresas “que se plegaron a las presiones de la monarquía”.
El historiador y articulista del panfleto separatista subvencionado Vilaweb, Xavier Díez, ha escrito en el blog del diario una carta dirigida a la ANC, donde le hace llegar las ideas más radicales.
Rodear cincuenta puntos y realizar escraches
Díez escribe: "No es ningún secreto que no resulta complicado movilizar un millón de personas la jornada de septiembre. Ahora bien, en vez de hacer el desfile anual, cada vez más ritual que efectivo, se trataría de rodear pacíficamente, con el mismo espíritu de los últimos años, cincuenta puntos estratégicos del país. Esto significa puntos fronterizos, las cárceles donde tienen secuestrados a los presos políticos, las instituciones catalanas, aeropuertos, estaciones, puertos, La Caixa (y otras empresas que se plegaron a las presiones de la monarquía), y todo lo que sean puntos vitales que impliquen controlar el territorio".
Estas son las barbaridades que propone el catanazi. Cabe remarcar que siguen promoviendo la idea “pacífica”, porque ya solo les falta que haya alguna víctima mortal para ser catalogados como banda terrorista.
Están a 1 muerto de ser catalogados como terroristas
Xavier Díez no solo aporta la idea, también les organiza la jornada con los números necesarios: "Un millón entre cincuenta puntos sale a veintidós mil manifestantes, que estaría bien que guardaran un silencio sepulcral, un silencio que recuerde a esos amaneceres de huelga general que nos recuerda un poema de Joan Margarit, un silencio ensordecedor que demuestre que la República puede ser efectiva en base a la voluntad de la ciudadanía, y que, frente la represión, se puede hacer una demostración que la calle, realmente es nuestra".
Díez ya está cansado de hacer siempre lo mismo el 11 de septiembre, pena: "la realidad es que un régimen no se tumba sin determinación, persistencia e imaginación. Y sobre todo, no es posible alcanzar la República sin dar miedo. Y una manifestación más, con una camiseta nueva no creo que sea el formato más adecuado", añade el fanático del 3%.
Acaba su escrito arengando a la ANC a la movilización de su idea: “no tenemos que montar ninguna fiesta, sino que hemos de dar miedo. Mucho miedo”. Siguen sin darse cuenta de que el verdadero régimen son ellos.