El tema se les está yendo de las manos. Aquí la sentencia del Tribunal Supremo ha pasado a un segundo plano y ya es lo de menos. La violencia se ha impuesto a la razón y Barcelona empieza a acostumbrarse a sufrir las noches. Cuando cae el sol aparecen los peores instintos y la violencia se apodera de una ciudad que se quema, se deteriora y se muere de la mano de matones profesionales que se han propuesto imponer su ley por encima de la ley.
La quinta jornada de violencia en Barcelona se ha saldado como las demás, con mucha pena, con heridos, detenidos, destrozos y una ciudad que llora por lo que fue y no le dejan ser. Mientras la huelga general encontraba su momento culminante en el Paseo de Gracia concentrando allí a todos, los de las marchas y los barceloneses que se sumaron a la cita, que llegaron a la cifra de medio millón, a la misma hora, frente a la jefatura superior de policía de Barcelona, los profesionales del mal no perdían el tiempo cantando canciones y vendiendo imagen de pacifismo. Iban al grano.
Llegan refuerzos: mercenarios reclutados de fuera
Los manifestantes violentos se han encarado con las fuerzas de seguridad, lanzando objetos y formando barricadas de fuego quemando los contenedores que salían a su paso en la Vía Layetana. A Barcelona la broma de los contenedores ya le sale por más de un millón de euros, pero ellos están tranquilos. Alguien lo pagará. Sí, los ciudadanos barcelones que asisten impotentes a la destrucción de su ciudad a manos de unos desalmados que en nombre de la república se han propuesto llegar hasta el final.
Dicen que hoy han llegado refuerzos. Mercenarios de la violencia llegados del País Vasco y también del extranjero. Y frente a ello, las fuerzas de seguridad, por quinta noche consecutiva, han actuado con prudencia. Demasiada prudencia. Pedro Sánchez lo llama proporcionalidad. Los que han pasado miedo en las calles lo llaman permisividad.
Podían haber cargado conjuntamente y resuelto el problema en cuestión de minutos y horas. Pero no lo hacen. Los intereses políticos, que son los que dan las órdenes, aconsejan de momento esperar, mientras la imagen de una Barcelona en llamas da la vuelta al mundo y pone en cuestión al desafiante Pugidemont y quita razones a los "angelitos" que han sido condenados a doce años de cárcel por sus delitos.
Pero los culpables no se irán de rositas. Marlaska les ha avisado. Sólo en via Layetana se han detenido a diez manifestantes, que pagarán caros sus desmanes. Son los de siempre, los que no se atreven a ir a cara descubierta y necesitan cubrir su rostro porque así lo exige sus conciencias. Se les ha visto con máscaras lacrimógenas y las ideas muy claras de cómo ejercer el mal. Tienen una estrategia. Cada ataque está estudiado. Cada molvimiento, analizado. Son profesionales de la violencia.
El cañón de agua
En las proximidades de Vía Layetana, especialmente en Plaza Urquinaona y Plaza Universidad han plantado cara a los agentes de seguridad desplegados, que han lanzado gases lacrimógenos, pero ellos iban preparados con máscaras. También se ha utilizado el cañón de agua, un arma policial que nunca había sido usada hasta ahora. Ha sido la respuesta al lanzamiento de bolas de acero, de cemento y de mobiliario urbano unido a fuegos de artificio. Han utilizado el cañón para apartar barricadas. El camión ha llegado sobre las 22.30 a la plaza Urquinaona, apartando barricadas y abriéndose paso entre hogueras. "Es para abrir paso, no para lanzar agua", han concretado fuentes policiales poco antes, al anunciar que estaban transportando el camión hacia el lugar de los altercados. El denominado camión hidrante fue adquirido por los Mossos en el año 1994 y nunca hasta ahora lo habían llegado a utilizar.
Los grupos de manifestantes se han dispersado hacia otros puntos de la ciudad poco antes de la medianoche. Tras su paso, han dejado la zona con paradas de autobús rotas, macetas y papeleras volcadas, y adoquines en el suelo. El epicentro de los disturbios de este viernes, plaza Urquinaona, también ha quedado vacía y con el suelo completamente lleno de adoquines arrancados.
Dos equipos de TVE agredidos
Por el camino han quedado los compañeros de TVE agredidos por las turbas salvajes. Los informadores de la televisión pública han tenido que retirarse después de que algunos de sus componentes fueran agredidos con el palo de una bandera y que le fueran arrojados huevos, según ha señalado TVE.
La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han dispersado a los manifestantes indepedentistas que han mantenido altercados hasta las 23.00 en la zona de la plaza Urquinaona de Barcelona más de cuatro horas, y las barricadas y las hogueras se han desplazado al paseo de Gràcia y la Gran Via.
Los antidisturbios han usado principalmente para la dispersión las furgonetas, lo que es conocido como 'técnica del carrusel', además de proyectiles viscoelásticos --los Mossos-- y pelotas de goma y gases lacrimógenos --la Policía Nacional--. Así han logrado despejar la plaza Urquinaona y las calles colindantes, y los Mossos han cargado contra manifestantes dispersos en pequeños grupos en la zona
Batlle pide aislar a los violentos
El teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha pedido a los ciudadanos de Barcelona "abandonar los escenarios" donde se estaban sucediendo los disturbios para aislar a quien los producían.
"Pido a los ciudadanos de buena fe, que pueden estar indignados respecto a determinadas circunstancias, que abandonen las zonas donde se están produciendo estos hechos. Hay que aislar totalmente a los violentos", ha dicho en una entrevista en TVE. El conseller ha recordado que comienza el fin de semana y ha pedido a los ciudadanos "que se vayan a sus casas y se junten con sus familias y sus amigos y, por supuesto, abandonen el escenario donde se están produciendo estos lamentables hechos", ha reiterado.
Batlle, que fue director de los Mossos d'Esquadra, ha asegurado que hacía "muchos años que en Barcelona no se vivían unos episodios como estos", pero ha destacado la coordinación entre cuerpos de seguridad.
Ha explicado que desconoce el perfil de las personas que están generando los disturbios, pero ha sostenido que "es muy diverso, una mezcla de todos los que han canalizado su indignación y descontento con determinada situación y después gente que se ha añadido a la situación de desorden callejero".
Marlaska promete contundencia contra el independentismo que actúa fuera de la ley
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha advertido que van aplicar "con toda contundencia" el Código Penal, tanto al independentismo violento como al que actúa al margen de la ley. Asimismo, ha cifrado en 400 el número de violentos que están provocado ataques contra las Fuerzas de Seguridad en Vía Laietana, en el entorno de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, recordando que los radicales se pueden enfrentar a seis años de cárcel.
En su comparecencia pasadas las 20.30 desde el Palacio de la Moncloa, donde ha hecho balance de una huelga "por debajo de las previsiones", se ha dirigido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, para reprocharle que "ya es hora de que condene la violencia de forma expresa como elemento coadyuvante de importancia máxima para hacerles frente".
También ha prometido una respuesta "proporcionada y contundente de la ley a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado". "Vamos a aplicar al independentismo violento el Código Penal con toda contundencia y a todo el independentismo que actúa fuera de la ley, también", ha asegurado Marlaska.
No habrá acampada de los CDR
Por otra parte, el titular de Interior ha señalado que la Policía no dejará que los CDR acampen en el centro de Barcelona como habían anunciado este viernes desde redes sociales. "Hemos sido muy claros, garantizaremos un espacio de seguridad pública", ha dicho Marlaska, que ha homologado el centro de Barcelona con la importancia de una infraestructura crítica --"todas" protegidas--. "No se va a colapsar la vida de una ciudad como Barcelona ni otra localidad catalana", ha añadido.
Sobre sus palabras de por la mañana donde aseguró que Barcelona se podía visitar "con total normalidad" pese a los avisos de algunas embajadas, Marlaska ha precisado que se refería a "algunas partes" y que "la realidad es complicada" en la ciudad condal. "Vamos a garantizar que la sociedad puede ejercitar sus derechos y libertades".
El ministro ha informado de 128 detenidos --nueve enviados a prisión provisional-- desde que comenzaran las protestas el lunes al hacerse pública la sentencia del juicio del 1-O. Esta mañana el ministro había dicho que había "avances" en la investigación sobre los "autores intelectuales" que alientan la violencia desde plataformas como Tsunami Democràtic, cuya web la Audiencia Nacional ha ordenado que se bloquee en el marco de una investigación por terrorismo.
El balance de la huelga
Marlaska ha distinguido entre la manifestación pacífica convocada por distintos grupos independentistas y los actos violentos posteriores, sobre todo en los alrededores de la Jefatura Superior de la Policía, donde esta tarde han sido detenidas diez personas, cuatro de ellas menores. También ha agradecido el trabajo de los policías y la colaboración de los servicios de emergencias y la Guardia Urbana de Barcelona.
Ha recordado que, según las cifras aportadas por la Guardia Urbana de Barcelona, en la manifestación participaron más de medio millón de personas, una cifra muy inferior a las que el independentismo ha convocado en otros momentos, por ejemplo en la última Diada donde ya hubo un récord a la baja de 600.000 personas.
Asimismo, ha indicado que la participación en la huelga general convocada en el día de hoy por los independentistas ha estado por debajo de las previsiones de las Fuerzas de Seguridad. Entre los principales datos, ha dicho que el seguimiento de la huelga ha sido del 3,8% en Renfe y del 1,76 en Adif, y que se han cancelado 58 vuelos en Barcelona, aunque los servicios mínimos se han cumplido.
En los puertos del Estado la participación ha sido del 14,82%, ha continuado Marlaska, que se ha centrado en condenar la violencia contra los policías, con 207 heridos de diversa consideración, el último esta tarde en Vía Laietana, que sufrió heridas graves. Los contenedores quemados desde que se desató la violencia el lunes han sido 800 y también se han atacado 107 coches policiales.
Quinta noche de disturbios en Cataluña
Y Buch lanza pelotas fuera: es cosa de otros
Por su parte, el conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, que está en el centro de la diana de unos y de otros, indeoendentistas y constitucionalistas, ha asegurado este viernes que los disturbios que están ocurriendo desde hace días en Barcelona y otras ciudades catalanas se deben a la actuación de grupos organizados de violencia extrema ajenos al independentismo: "Querría dejar claro que de independentistas no hablamos".
Así se ha expresado el titular de Interior en una entrevista de TV3 recogida por Europa Press, en la que ha explicado que "debido a estos grupos de violencia extrema" la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han pasado a hacer frente a la violencia organizada de forma conjunta, en sus palabras.
Buch ha remarcado su "confianza absoluta" en la tarea que está realizando la policía catalana y ha asegurado que están trabajando para erradicar estos grupos y velando por la seguridad de todos los catalanes.
"Lo que vemos ahora son imágenes de violencia organizada de grupos muy combativos, que independendientemente de si alguien es independentista o no, no es la imagen de lo que hemos hecho y construido a lo largo de tantos años en este país", ha defendido.
Buch ha subrayado que las imágenes de disturbios que se están viendo en Cataluña no se pueden tolerar, ya que también se han producido incidentes en Girona, Tarragona y Lleida.
Ha explicado que no hay precedentes en la historia del cuerpo policial catalán de hacer frente a la "extrema violencia" que ha tenido lugar en las capitales de provincia de Cataluña esta semana.
Buch ha lamentado que "precisamente" este viernes se produzcan altercados de nuevo cuando ha habido miles de personas que han llegado a Barcelona provenientes de varios sitios de Catalunya con las 'Marxes per la Llibertat' para protestar de forma pacífica contra la sentencia del juicio del 1-O.