"Lo haremos tantas veces como sea necesario. Que nadie se equivoque. Son ellos los que tienen que tener miedo. La prisión no será nunca un límite". Así dio las gracias Jordi Cuixart a la maquinaria judicial que ha permitido a los presos golpistas catalanes disfrutar de la libertad a través del regalo del tercer grado. Les hacen un favor y aprovechan para seguir amenazando. (El PP pide explicaciones a Sánchez por el "fraude de ley" de los presos golpistas)
¿Bajo riesgo de reincidencia?
No sólo no existe arrepentimiento entre los delincuentes condenados por sedición, sino que además amenazan al estado con volver a las andadas. Y eso que la Generalitat de Torra, que es quien los ha soltado, asegura que existe un "bajo riesgo de reincidencia" (?). Es una burla al estado de derecho y un desprecio a la justicia, que dicta sentencias con condenas que luego no se cumplen por el capricho de políticos bananeros.
Y lo peor es que además se pavonean de estar en libertad y de volver a reincidir, un requisito indispensable para obtener el tercer grado que les permite acudir a la cárcel en calidad de turistas simplemente para hacer noche entre semana de domingo a jueves. (Los presos golpistas sólo irán a la cárcel como turistas)
¿Inhabilitados? ¡Participarán en las elecciones!
Como estaba previsto, los líderes sediciosos condenados por su asalto a la constitución vuelven a las andadas en cuanto han podido respirar el aire de la libertad que se han ganado por enchufismo. Ellos, los presos, serán los grandes protagonistas de las elecciones autonómicas que se vislumbran en el panorama catalán para después del verano. El victimismo da votos y ellos trabajarán a fondo para conseguirlos en favor de las corrientes independentistas saltándose la inhabilitación que pesa sobre ellos.
Juegan con las cartas marcadas. Pedro Sánchez les debe la vida, al menos la vida en La Moncloa, y saben que el Gobierno del Estado mirará hacia otro lado cuando empiecen a comportarse de nuevo como mezquinos golpistas en busca de la ruptura de España.
Pedirán el voto contra España
Salvo, Jordi Cuixart, que ha anunciado su retirada de la escena política, los demás, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Dolors Bassa, Carme Forcadell, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Jordi Sánchez, serán protagonistas activos en las elecciones con papeles estelares. Se acabaron los vídeos y las cartas. Actuarán en los mítines reclamando el voto contra España.
No pueden presentarse como candidatos, pero sí pueden mandar, tomar decisiones y marcar la línea de la reanudación del Procés, que está aquí de nuevo. (Tremendo: ¡¡Torra saca de la cárcel a los presos golpistas condenados!!)
El Supremo está a tiempo de poner orden
Pero el Supremo, si en este país existe separación de poderes, puede asestarles un estacazo definitivo. No existe arrepentimiento por sus pecados y, a petición de la Fiscalía, la más alta instancia judicial española podría dejar sin efecto la decisión de la Generalitat de dejar sueltos a los delincuentes del 1-O. Nueve meses después de ser condenados no pueden disfrutar del régimen de semilibertad en el que viven.
Nadie duda de que en los mítines, los presos van a reclamar a los votantes su apoyo a un nuevo referéndum y su bendición para la república catalana. Suficiente para que el Tribunal Supremo entienda que no se dan las condiciones para dejar sueltos a unos tipos tan peligrosos.
Disfrutarán del veraneo
La decisión del Supremo se producirá en septiembre, coincidiendo con la inhabilitación de Quim Torra por desobediencia, que pide a gritos una condena para salir del escenario político a hombros y por la puerta grande.
Mientras tanto, los golpistas podrán disfrutar plácidamente del veraneo aprovechando la política de "Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como". Están en libertad porque así lo ha decidido un gobierno golpista. Urge aplicar una solución a este tema que diferencia a los delincuentes entre presos de primera y de segunda. Aunque en este caso estamos ante una situación de "Presos VIP". (Rodrigo Rato no consigue el trato de VIP que disfrutan los privilegiados presos golpistas y sediciosos catalanes)