Los cinco líderes de La Manada, han vuelto a la cárcel tras confirmarse la sentencia del Supremo que les condena a 15 años de prisión.
Su abogado, Agustín Martínez, fue quien les comunicó la decisión final del Supremo y en el caso de José Ángel Prenda, no le dio tiempo ni a recibir la llamada puesto que fue detenido antes de recibirla.
La Manada, a la cárcel
De ese sitio es de donde no deberían haber salido nunca. Parece que el clamor popular ha tenido sus resultados y han sido condenados por violación y no por abuso como había sucedido en un primer momento.
Todos los miembros fueron arrestados en sus casas, salvo Ángel Boza, que se entregó él mismo en una comisaría de Sevilla.
Las amenzas de los presos
Los cinco miembros del grupo tienen un régimen especial y no pueden salir solos del módulo por cuestiones de seguridad.
A su llegada a la cárcel de Sevilla, les recibieron con insultos varios y amenazas. "Perras, violetas, os vamos a rajar", les gritaban algunos presos.
Se encuentran en el módulo de ingresos y desde dentro aseguran que "no ha habido mayores incidencias". En el caso del guardia civil, podría ser conducido a otro módulo para que no coincida con otros presos que él mismo habría detenido.
Con casi toda seguridad, seguramente serán trasladados al segundo módulo. En el primero, se encuentran los presos más peligrosos y en el tercero los presos que están a punto de cumplir condena.
Una de las cosas que más prisa les corre, es saber si podrán trasladarse de prisión. Según explica César Rodríguez, responsable nacional de USO-Prisiones, cree que deberían ser trasladados a la prisión de Sevilla 2, por cuestiones razonables de seguridad.