La decisión de Pedro Sánchez de transferir al gobierno vasco la competencia sobre la gestión de las prisiones ha entrado de lleno en la campaña electoral de Madrid. "Eso no gustará a los madrileños", ha dicho Edmundo Bal, el candidato de Ciudadanos.
Además, Inés Arrimadas, ha criticado la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez y ha valorado como "el mayor el ejercicio de desmembración de España" su decisión de ceder al gobierno vasco las competencias sobre prisiones. Y ha añadido que Sánchez está "regalando España a trozos" a los partidos separatistas.
Arrimadas ha arremetido contra Sánchez: "es una auténtica vergüenza que el PSOE desmantele España por mantenerse en el poder. Unos años más de Sánchez en la Moncloa y va a quedar poca España que repartir".
Arrimadas lamenta el escaso interés tanto del PP como del PSOE por cambiar la ley electoral que permite a partidos como el PNV, Bilbdu, ERC o JxCat ser decisivos a la hora de conformar gobiernos para España. "Pero el PP y el PSOE quieren mantener esa ley electoral porque les beneficia", ha dicho.
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Para Edmundo Bal, el candidato de Cs, el acuerdo entre el Gobierno central y el de Euskadi es "grave" y predice que en Euskadi pueda repetirse la experiencia del "esperpento" catalán, recordando que la Generalitat tiene transferidas las competencias de prisiones y ha concedido el tercer grado penitenciario a los presos condenados por el proceso independentista de 2017, una decisión que luego el Tribunal Supremo ha tenido que revocar.
"Esto no gustará a los madrileños"
A Bal le ha llamado mucho la atención que el acuerdo se formalizará el 10 de mayo, después de las elecciones en la Comunidad de Madrid. Parece evidente que al PSOE le conviene aplazar el acuerdo para no perjudicar a su candidato, Ángel Gabilondo, en los comicios del 4-M. Bal entiende que el PSOE no quiere "fastidiar más" la campaña a su candidato con esta "concesión al nacionalismo".
Bal ha reprochado a Sánchez que las concesiones previstas para los partidos independentistas vascos y catalanes se las calla ahora porque "ya sabemos que a los madrileños no les sienta bien el nacionalismo excluyente".
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Y ha lanzado un mandoble al gobierno central refiriéndose al acercamiento a su tierra de los etarras condenados por asesinato que permanecen en la cárcel: "Parece que el Gobierno está más preocupado por el bienestar de los presos que por la dignidad de las víctimas del terrorismo".