Unidas Podemos ha demostrado, durante los últimos meses, que su línea política dentro del Gobierno de España es romper desde dentro con la ideología del PSOE, demostrando ante la opinión pública que, a pesar de gobernar en coalición, ambas formaciones no tienen nada en común dentro de sus programas electorales.
Una apuesta por la ruptura que ahora parece haberse trasladado al interior de las filas podemitas; en concreto, entre los periodistas relacionados con la formación morada.
Todo comenzaba con la afirmación de CTXT, un diario digital de izquierdas, de que se había producido un 'encuentro furtivo' entre Eduardo Inda y un equipo de OKDiario con la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado. Una afirmación que resultaba ser falsa, pues se trataba de un encuentro concertado para una entrevista, provocando las críticas de Antonio Maestre a través de Twitter.
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"Es triste tener que decir esto. Pero encontrarte con personas juntas no convierte nada en exclusiva, hay que hacer diligencias que te eviten un dia después quedar en evidencia" aseguraba el periodista en su perfil oficial.
Un ataque que devolvía el digital afectado, que utilizaba el código deontológico de la Fiscalía para intentar recomponerse de la fallida exclusiva ofrecida a sus lectores.
Bousselham señala a Maestre en 'La Última Hora'
Sin embargo, la falsa exclusiva, y la crítica de Antonio Maestre, llegaban aún más lejos, ya que el diario podemita 'La Última Hora', en manos de la ex asesora morada Dina Bousselham, decidía posicionarse en el conflicto.
Así pues, el diario cargaba contra el periodista, señalándole como el responsable de "criticar a CTXT por "vender su información" sobre Inda y Delgado "como exclusiva"".
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Unas críticas que, sin embargo, se convertían en un arma de doble filo para los podemitas, ya que el periodista devolvía la 'puñalada' a Bousselham, recordándole una de las normas más básicas del periodismo escrito.
"Una pequeña lección más para La Última Hora. Los entrecomillados se ponen cuando la cita es literal. Nunca he dicho la frase "vender la información"" cargaba Maestre, convirtiéndose así oficialmente en un enemigo más del diario podemita.