Los platos favoritos de Pedro Sánchez: el presidente es de buen comer

Sánchez revela cómo es a través de sus comidas preferidas

08 de Mayo de 2022
Los platos favoritos de Pedro Sánchez: el presidente es de buen comer
Los platos favoritos de Pedro Sánchez: el presidente es de buen comer

Pedro Sánchez es la figura política más relevante en España actualmente. El presidente del Gobierno se encuentra sumido en una de las peores crisis gubernamentales que se recuerdan desde hace años, con frentes abiertos incluso dentro de su propio Ejecutivo de coalición. El progresismo que solía abanderar Sánchez se ha esfumado y ha provocado el enfado de sus socios de Gobierno, quienes no temen en hacerle desplantes públicos cada vez que tienen la ocasión.

Una de las pocas actividades en las que Pedro Sánchez puede estar tranquilo es en la comida. Y quizá sea una de las favoritas del presidente, puesto que él mismo ha reconocido ya en varias ocasiones que es de muy "buen comer". A pesar de la expresión, los presidentes de nuestro país han tenido diferentes gustos culinarios, por lo que no está claro si Sánchez comparte la misma visión de la cocina que Mariano Rajoy, quien siempre ha apostado por los clásicos de nuestra gastronomía incluso en los momentos más inverosímiles.

Sánchez gusta, principalmente, de cocinas extranjeras y exóticas. Sus platos de cabecera están sacados directamente de la cocina asiática. A pesar de que uno de los habituales sea el sushi, el presidente también se atreve con diferentes corrientes dentro de esta gran tendencia: es un aficionado confeso de la cocina kaiseki y siempre que puede visita el restaurante Soy, situado en Madrid y comandado por uno de los referentes de esta tendencia culinaria: Pedro Espina.

Aparte de las innovaciones y extravagancias que ofrecen las gastronomías fuera de nuestras fronteras, Pedro Sánchez reconoce disfrutar de todos los productos de la cocina española. Antes de su resurgimiento como secretario general del PSOE, Sánchez realizó un rápido viaje en helicóptero privado a Jiménez de Jamuz, un pequeño pueblo de la provincia de León con el objetivo de comer en El Capricho, uno de los restaurantes más famosos de España, en el que las carnes atraviesan un proceso de maduración sensiblemente más largo que en el resto del mundo.

Naturalmente, Pedro Sánchez es un enamorado de los productos culinarios típicos de nuestro país. A pesar de que disfrute de corrientes gastronómicas extranjeras y siempre se apunte a las vanguardias culinarias, el presidente también sabe conservar un mínimo de apreciación por nuestra cultura y el "buen comer" que pueden proporcionarle los productos españoles.

Normalmente, el presidente no arriesga tanto en público como para revelar la que podría ser una de las listas de comida más controvertida de los últimos años, por lo que prefiere apostar sobre seguro cuando se mueve en ámbitos con gente importante o con un círculo de personas muy grande o con el que no se conoce desde hace mucho tiempo.

En diferentes giras por todo el país, Sánchez ha podido probar productos típicos de las localidades españolas: anchoas de Santoña en Cantabria, migas en Cáceres o las famosas carnes a la brasa de La Rioja, complementadas con las excelentes cosechas vinícolas que la Comunidad Autónoma exporta al mundo entero. 

Además, sus mensajes políticos también giran en torno a la comida. El relato constante de su vida privada y la forma en la que estos encajan en sus actos de campaña ya es una constante en la nueva forma de hacer comunicación política, por lo que es habitual leer en los perfiles de redes sociales del presidente mensajes como "A comer, luego seguimos" o "Marcho a comer". Pueden parecer aburridas muestras de un día rutinario, pero realmente transmite confianza y tranquilidad a sus destinatarios, pues comprueban que el presidente también es humano y quiere mostrarse cercano con los ciudadanos españoles.