A la pantomima de Carles Puigdemont en Perpiñán el próximo sábado 29 de febrero le ha salido un insólito y numeroso enemigo.
El aquelarre independentista a 30 kilómetros de la frontera española, que prevé la asistencia de entre 50.000 y 100.000 inducidos, coincide con una feria internacional de mascotas.
No es broma. El fugado y sus seguidores han programado su acto en el Parc des Expositions de Perpiñán, recinto en el que está programada una feria de perros y gatos para el mismo día.
Animales e independentistas, en una misma sala
Alegando temas de seguridad, las autoridades francesas advierten que no se pueden celebrar los dos actos al mismo tiempo.
Lamentablemente, perros y gatos tienen las de perder ante los independentistas.
“Es un desastre total. Yo tengo un contrato firmado desde hace un año y el señor Puigdemont, hasta el martes, no tenía ni permiso”, desvela Mireille Pautrat, la organizadora del evento y directora de Animaliades, al diario ‘El Confidencial’.
“Si no me dejan hacer la feria en el Palacio de Exposiciones, llevaré a los tribunales al ayuntamiento. Podemos perder decenas de miles de euros si no la celebramos”, añade.
Discriminan a la feria y benefician a un fugado
El Ayuntamiento de Perpiñán discrimina a la feria internacional de animales en beneficio de un fugado de la Justicia española desde 2017.
“El alcalde está perdiendo votos y necesita conseguir más. En Perpiñán, se dice que el alcalde tiene 'plomo en las alas' y necesita los votos de los simpatizantes de los independentistas. Por eso acepta el mitin”, denuncia Romain, uno de los organizadores de la feria.
El "amigo" de Puigdemont
El próximo 15 de marzo se celebran elecciones en Perpiñán, y el actual alcalde, Jean-Marc Pujol, del partido Les Republicains, es “amigo” de Puigdemont y por eso da prioridad al fugado y discrimina a la feria de animales.
“Ha perdido el voto identitario catalán local y ahora trata de recuperar su autoridad”, denuncia el consejero municipal de La República en Marcha (el partido de Emmanuel Macron), Brice Lafontaine.
“Es una faena para nosotros. A esta feria viene gente que hemos contratado de Hong Kong, Alemania o Estados Unidos. Si tenemos que cancelar toda la feria, perderíamos alrededor de 35.000 euros”, protesta Romain.
“Es inaceptable"
“Es inaceptable. A no ser que nos encuentren una sala que sea del mismo tamaño, nosotros vamos con nuestro plan inicial. Necesitamos espacio para los expositores rusos, españoles o italianos que han pagado para exponer sus mascotas. Estamos hablando de una feria internacional”, advierte Romain.
“A nosotros no nos interesa la política, estamos aquí para mostrar los gatos de raza o enseñar a la gente cómo cuidar a los animales. A dos semanas de nuestra feria, con toda la seguridad contratada y los billetes de avión comprados, nos piden que cancelemos o nos movamos a otro sitio por el acto de Puigdemont. Se les va la olla”, sentencia el organizador de la feria.