Una de las principales premisas independentistas es la de conseguir una 'inmersión lingüística' total de los más pequeños en la escuela, para fomentar así el uso exclusivamente del catalán en las calles y en la vida cotidiana en Cataluña.
Premisa que ha hecho que, desde la Generalitat y contando con el apoyo de los colegios y universidades catalanas, se haga una 'persecución exhaustiva del castellano, señalando a aquellos que decidan utilizar ambas lenguas cooficiales.
Sin embargo, parece que estos esfuerzos de las instituciones independentistas no consiguen obtener sus frutos dentro de la sociedad catalana, donde las familias siguen apostando por el castellano como la lengua vehicular de los estudios, así como en la vida cotidiana.
Así lo señala el estudio realizado por los académicos Josep Maria Oller, Albert Satorra y Adolf Tobeña, 'Educación lingüística parroquial, patrones de fricción en una Cataluña dividida', en el que destacan, en un primer lugar y contextualizando el estudio, que "los estudiantes que usan el español en casa y son educados en régimen de inmersión lingüística en catalán obtienen resultados inferiores en las competencias evaluadas".
El castellano sigue siendo la lengua elegida por las familias
En el informe publicado se demuestra, de esta manera, que "el patrón de opniones [...] contradice la actual política de inmersión lingüística educativa en Cataluña", incluyendo las opiniones de aquellos que tienen "el catalán como lengua madre".
En concreto, los datos que arroja este estudio establecen que el 59,9% de los padres consideran que el primer contacto educativo de los niños debe ser en la lengua familiar (siendo prioritaria el castellano). Del mismo modo, el 61,1% cree que se debería realizar una prueba común de español en los estudiantes al final de la ESO.
Más determinantes son los porcentajes que aseguran que la mayoría de los padres prefieren una educación trilingüe, bilingüe o solo en español (90,2%), considerando el 86% de estos padres que es responsabilidad de la Generalitat ofrecer estas posibilidades lingüísticas.
Del mismo modo, y en contraposición con la ideología independentista fomentada por la Consellería de Educación de la Generalitat, apenas el 9% de los encuestados desea la educación básica en catalán, y sólo el 12% quiere que ésta sea gestionada por la Generalitat.