La Diada, celebrada el sábado 11 de septiembre, ha sido un auténtico fracaso para el independentismo catalán. Las cifras de asistencia se han desplomado respecto a la manifestación que tuvo lugar en 2019, justo antes de la pandemia del coronavirus.
Los separatistas, que durante los últimos años han salido a las calles en la Diada para pedir la independencia, están más divididos que nunca como se pudo ver en la manifestación del sábado, que contó con menos personas de las esperadas.
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Según la Guardia Urbana, en la manifestación del año 2019 estuvieron presentes unas 600.000 personas. El pasado sábado, solo acudieron a la Diada 130.000 separatistas catalanes, lo que supone un descenso del 82%.
La ANC, organización independentista que se encarga de llevar a cabo la manifestación de la Diada, ha asegurado que hubo 400.000 personas. En 2019, según ellos, se llegó al millón de separatistas. Es decir, este año el descenso sería del 60%.
El medio de comunicación Dolça Catalunya ha ido más allá y ha explicado que hace dos años solo acudieron 130.000 independentistas a la manifestación mientras que, en 2021, la asistencia no fue superior a 35.000 personas (un 73% menos).
Lo que queda claro tras comprobar las diferentes cifras facilitadas es que el independentismo dio la espalda a los políticos y a la manifestación con la que pretendían seguir presionando al Gobierno de España, con el que habrá reunión en unos días.
La mesa de negociación
El independentismo está más dividido que nunca y la 'culpa' es de la mesa de negociación. ERC quiere apostar por el diálogo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para lograr su objetivo mientras que el resto de formaciones prefieren la vía unilateral.
En la mesa de diálogo se hablará tanto de la independencia de Cataluña como de la posibilidad de hacer un referéndum vinculante. El poner fin a su idea de separarse de España depende del Gobierno de Sánchez, que tendrá que responder a su propuesta.