El próximo 1 de octubre se celebra el primer aniversario del referéndum ilegal en Cataluña. Una fecha donde los estudiantes catalanes aprovecharán para hacer huelga y reivindicarse. Algunos centros educativos ya han enviado una carta a los padres de los menores para autorizarles en caso de que falten a clase y participen en las actividades independentistas.
Sin embargo, los centros dejan claro que se atenderá con normalidad a los estudiantes que vayan a clase y que se realizará un control ordinario de asistencia. Aunque es probable que en muchos de los centros se organicen actividades a favor del independentismo que pueda alterar la enseñanza normal.
Los que verán interrumpida su actividad ordinaria serán sin duda los colegios electorales, ya que los sectores más radicales del separatismo planean ocupar esos centros. Algunas universidades que se han convertido en el centro neurálgico del independentismo, también están avisadas.
Sin ir más lejos, la Universidad de Barcelona, fue el año pasado el enclave donde muchos estudiantes acamparon durante las protestas contra el Estado y el punto de recogida de multitud de papeletas para la votación.
A evitar los incidentes del año pasado
El 1-O de 2017 se convocó una huelga estudiantil que provocó algunos altercados en las universidades. Miembros de asociaciones independentistas, impidieron el paso al aula a los estudiantes que querían asistir a clase, y en algunos casos hubo síntomas de violencia.
Los paros fueron promovidos principalmente por la plataforma Universidades por la República, y recibió el apoyo de la Coordinadora de Asambleas de Facultades (CAF) y del Sindicatos de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC) de la UAB.
La prioridad para esta huelga es que no se repitan esos altercados y todo transcurra con normalidad y civismo.