El Gobierno de España ha conseguido este jueves, gracias al apoyo de los partidos nacionalistas de EH Bildu, PNV y ERC, aprobar la primera fase de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), a pesar de las enmiendas totales presentadas por los principales partidos de la oposición.
Una aprobación de las Cuentas nacionales para 2022 ante las que los propios integrantes del Gobierno han querido felicitarse en el Congreso, con un fuerte aplauso a Maria Jesús Montero y a todo el Ejecutivo, ya que estos PGE suponen un paso más para la continuación de Sánchez y su equipo en la Moncloa, un año más.
Sin embargo, la alegría ha durado poco dentro de las filas socialistas; y es que, a pesar de su apoyo en estos momentos a las Cuentas, tanto los nacionalistas catalanes como los nacionalistas vascos han querido recordar a Sánchez que su apoyo no es 'gratuito', y que sus escaños son clave para que el socialista pueda mantener su sillón presidencial.
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"Se olvidan de que aún dependen de los mismos para las mismas cosas" ha advertido Gabriel Rufián en el Congreso, recordando que los 13 escaños de los republicanos no son sólo necesarios para aprobar los PGE, sino también para que el Ejecutivo pueda agotar la legislatura.
"No sé si les queda más gasolina en los motores para tanto viaje" ha amenazado el republicano, que ha explicado que el Ejecutivo "comienza a tener a mucha gente demasiado cabreada", y que no pueden esperar volver a ganar las elecciones solo por el "miedo" que pueda generar Vox a los votantes de izquierda.
Miedo a un Gobierno de "la derecha"
Del mismo modo, el portavoz económico de EH Bildu en el Congreso, Oskar Matute, ha advertido a Sánchez que, a pesar de la buena disposición de su partido a negociar con el Ejecutivo socialista, el Gobierno no tiene "asegurado" el voto de los nacionalistas vascos, asegurando que serán "razonables" pero "exigentes" para conseguir más beneficios para el País Vasco.
Exigencias de Bildu entre las que se encuentra la derogación total de la reforma laboral del PP, siendo una línea roja para seguir apoyando al presidente socialista.
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"Tengo una cosa clara: si no derogan la reforma laboral, si no cumplen con los acuerdos suscritos, es muy probable que pierdan las elecciones y serán los únicos responsables de que gobierne la derecha" ha aseverado Matute.
"No se la jueguen: cumplan su palabra y a todos nos irá mucho mejor, incluido a ustedes" ha concluido el representante de EH Bildu, demostando una vez más la necesidad del Ejecutivo nacional del apoyo de los nacionalistas vascos y catalanes para mantener la presidencia y la Moncloa, a pesar de los altos costes que esto pueda suponer para el Gobierno, el PSOE, o el conjunto de la nación española.