Los Mossos salvan a Pedro Sánchez de morir tiroteado en un atentado

Un vigilante de seguridad y destacado practicante de Tiro Olímpico, con permiso de armas, tenía planeado atentar contra la vida de Pedro Sánchez por su decisión de exhumar los restos de Franco.

08 de Noviembre de 2018
Los Mossos salvan a Pedro Sánchez de morir tiroteado en un atentado
Los Mossos salvan a Pedro Sánchez de morir tiroteado en un atentado

Los Mossos d´Esquadra han apartado a Pedro Sánchez de una muerte segura deteniendo a Manuel Murillo Sánchez, un francotirador de 63 años que planeaba atentar contra su vida.

Los Mossos salvan la vida de Pedro Sánchez

Murillo no le había perdonado a Pedro Sánchez que decidiera exhumar los restos de Francisco Franco en el Valle de los Caídos y, como respuesta, tenía decidido atentar contra su vida, según una información avanzada por Publico.es, que advierte de que Murillo "tenía la voluntad, la preparación, el armamento y el fanatismo suficientes para dar en el blanco: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez".

La misma fuente indica que, al ser detenido en su domicilio de Terrassa, muy cerca de Barcelona, a Murillo se le incautó un arsenal de 16 armas de fuego, entre ellas varios rifles de alta precisión y un subfusil de asalto que estaba dispuesto a utilizar contra Pedro Sánchez sacrificándose por España, según sus propias palabras.

Un excelente practicante de Tiro Olímpico

Murillo ha destacado en el club de Tiro Olímpico del Valles como un excelente tirador capaz de modificar las armas e incluso de proceder a su fabricación. Y su admiración por la figura de Francisco Franco le llevó a dirigir su indignación contra el presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

Sin antecedentes penales ni policiales y sin haber participado jamás en un acto violento, su perfil no daba ningún motivo para alertar a los Mossos d´Esquadra sobre su peligrosidad. Practicante de Tiro Olímpico y vigilante de seguridad privada, Murillo reune todos los requisitos para disponer de licencia de armas alejado de cualquier sospecha. Pero se puso a buscar cómplices en un grupo de WhatsApp y una de sus usuarias dio la voz de alarma al conocer los planes de Murillo respecto al presidente del Gobierno. La usuaria alertó a los Mossos de que Murillo solicitaba apoyo logístico para atentar contra la vida de Sánchez.

Pidió ayuda para conocer la agenda de actos de Sánchez

El diario Público detalla que "a su edad, confesó a seis de sus contactos que no conocía bien las herramientas de Internet y les pidió ayuda para obtener la agenda de actos del presidente y su localización concreta en momentos determinados". Y en el propio chat avisó de que no le importaba ser capturado por la Policía porque "estoy dispuesto a sacrificarme por España". 

Los Mossos se tomaron muy en serio el chivatazo e iniciaron el seguimiento del sospechoso en su actividad laboral, que exigía la presencia de armas para vigilar por la noche grandes edificios o garajes.

Y el 19 de septiembre los Mossos obtuvieron una orden de entrada y registro en su domicilio, así como de detención del sospechoso. Y en el registro encontraron "16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61, y cuatro rifles de altísima precisión, capaces de acertar un blanco a 1.000 o hasta 1.500 metros de distancia. En su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal", según la descripción de Público.

Inmediatamente fue alertada Seguridad de La Moncloa, en donde se optó por guardar un prudente silencio, de acuerdo con la Policía Nacional y Guardia Civil, que siempre intervienen en los casos de armas de fuego.

Hace unos días se levantó el secreto de sumario en la instrucción del Juzgado número 3 de Terrassa después de que fuera detenido Murillo hace tres semanas. El caso no ha pasado a la Audiencia Nacional por entender que no estábamos ante una amenaza terrorista y sí ante una proposición de homicidio de autoridad con tenecia ilícita de un depósito de armas. 

Manuel Murillo se encuentra en prisión incondicional en el Centro Penitenciario Brians-2, en Sant Esteve Sesrovires, cerca de Martorell. Allí entró admitiendo sin ningún complejo que, efectivamente, tenía la intención de atentar contra Pedro Sánchez.