Aprovechando el inicio del pleno y la sesión de control al Govern en el Parlament de Cataluña, los Mossos d´Esquadra han decidido hacer visible su descontento hacia el Govern de la Generalitat.
El malestar del cuerpo de seguridad autonómico catalán tiene su origen en las condiciones laborales con las que trabajan y en la sensación de abandono que les transmiten los mandos de la Generalitat, los mismos que están en misa y repicando, que piden a los CDRs que aprieten para luego echar a los Mossos sobre ellos.
Los Mossos dicen "¡Basta!"
A los Mossos les ha tocado vivir un momento ingrato en el que es preciso utilizar la fuerza contra sectores de la población que han apostado por la violencia como medio para imponer su voluntad. Ellos tienen que ser la respuesta. Y lo son. Pero en lugar de recibir de las autoridades autonómicas respaldo, solidaridad y comprensión, sólo encuentran censuras, críticas y maltrato laboral.
Los Mossos están hartos y han dicho ¡basta! Y han trasladado su indignación por "el menosprecio y la desconsideración" del Govern hacia su trabajo en una concentración ante el Parlament que transmite que la situación ha llegado a un punto límite.
La Asociación Profesional de Mossos d'Esquadra (Apme), y los sindicatos Sap-Fepol, Seime-Fepol, Sicme-Fepol, Same, Unió Mossos y Som Mossos de CC.OO han firmado un comunicado en el que constatan que "el cuerpo de Mossos d'Esquadra se encuentra desde hace tiempo en una situación de conflicto colectivo que ni el Departamento de Interior ni tampoco el Govern de Catalunya han sido capaces de desbloquear".
Cobran 3.500 euros menos que los bomberos
Y censuran que "el Govern no ha escuchado hasta el momento ni una de sus reivindicaciones, llevando al colectivo a una movilización constante y permanente". También han lamentado que pese a que en 2008 se firmara un Acuerdo de Equiparación entre los cuerpos especiales de la Generalitat por diferencias retributivas, "doce años después no se han llegado a reducir nunca" estas divergencias.
En este sentido, Imma Viudes, la portavoz de Sap-Fepol, ha criticado el "inmovilismo de la administración" y ha reclamado la equiparación con otros cuerpos dependientes de la Generalitat, recordando que un mosso cobra 3.500 euros menos al año que un bombero.
El portavoz de la Trisindical --formada por los sindicatos SPC, SME y CAT--, David Miquel, ha explicado que los representantes de los trabajadores se levantaron de la mesa de negociación con la Conselleria de Interior el lunes ante su "nula" voluntad de solucionar el conflicto.
La manifestación de ayer, que reunió a un centenar de agentes es sólo el inicio de más movilizaciones que forman parte de una estrategia ideada para exigir y conseguir el respeto de la clase política catalana al trabajo de su policía autonómica.
"Los que reclaman diálogo no dialogan"
Los Mossos han llevado carteles de 'Se vende', criticando que "los que reclaman diálogo no dialogan, imponen" en referencia al Govern y la gestión del conflicto laboral en Mossos. También se han podido leer mensajes como "Buch, solo palabras y ningún hecho".
Las medidas de presión han conseguido que todos los grupos parlamentarios, excepto la CUP, les hayan atendido.
Con el clásico a la vuelta de la esquina
Este clima de tensión llega en un momento muy delicado en el ámbito de actuación de los Mossos. Se acerca la fecha del 18 de diciembre, cuando debe disputarse el clásico de fútbol en el Camp Nou entre el Barcelona y el Real Madrid. Ahora todas las miradas se dirigen a los Mossos esperando de ellos que pongan orden en una jornada que se prevé complicada por el llamamiento a la violencia que ha lanzado la plataforma Tsunami Democràtic.
Y es tal el grado de hartazgo del colectivo policial catalán que Toni Castejón ha llegado incluso a invitar irónicamente a los políticos a que sean ellos los que se ocupen de garantizar la seguridad de ese partido, consciente del marrón que le vuelve a caer encima a los Mossos ante otra situación evidente de choque contra los manifestantes sabiendo que buena parte de los políticos aprovecharán la coyuntura para cuestionar sus métodos y produndizar en si en las cargas han dado un palo de más.
"Se hará un dispositivo muy amplio y yo creo que se puede garantizar", ha dicho Toni Castejón, que sabe que los Mossos no estarán solos y que contarán con la cobertura de un amplio dispositivo compartido también por la Policía Nacional y la Guardia Civil. "Hemos vivido experiencias tan salvajes en los últimos dos meses que este partido no es nada del otro mundo. El partido se acabará jugando y se debe jugar".
Se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena. Los menosprecian y los ningunean durante todo el año, y cuando llega un momento puntual crítico, como el del clásico, todas las miradas se giran hacia ellos esperando eficacia en su respuesta. Y la tendrán. Pero la paciencia tiene un límite y están ya muy hartos de no sentirse queridos en su propia casa: "Se está utilizando a la Policía. Se olvidan de que somos funcionarios públicos, y ellos también lo son. Cobran para hacer un trabajo, no para destruir el trabajo de otros", han dicho.
Otro 'éxito' que puede apuntarse Quim Torra en el haber de su lista de calamidades. Han chinchado a los Mossos y ha conseguido rebotarles. También eso acabará mal.