El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha abierto investigación a J.V.V. de 25 años y a A.V.D. de 35 años, vecinos de Umbrete (Sevilla), por un supuesto delito de maltrato animal tras abandonar la vivienda que mantenían ocupada sin suministrar suficiente agua, comida o cuidados higiénico-sanitarios básicos a los perros con los que convivían, los cuales les han sido retirados provisionalmente.
Según ha detallado la Benemérita, los acusados residían en la vivienda con sus dos hijos menores de edad y con los canes.
Los perros, por su raza, son potencialmente peligrosos, y padecieron lesiones físicas y psíquicas graves como consecuencia de dicho abandono, de forma que uno de ellos incluso murió y fue devorado por sus compañeros.
La investigación comenzó cuando el Seprona de Sevilla fue alertado por el Ayuntamiento de Umbrete de que dos vecinos de dicha localidad usaban a los cuatro perros de raza peligrosa que convivían con ellos para amedrentar a los vecinos colindantes.
Los perros presentaban afecciones como gastroenteritis, vómitos, diarreas, deshidratación y caquexia
Los agentes concluyeron que los animales podrían haber sido abandonados al menos durante dos semanas seguidas.
Debido a este abandona y a no recibir ningún tipo alimentación o cuidado, presentaban afecciones como gastroenteritis, vómitos, diarreas, deshidratación y caquexia, una situación que desembocó en la muerte de uno de los canes que fue posteriormente devorado por el resto.
Debido al alcance de los hechos, la Guardia Civil ha instruido diligencias por maltrato animal, remitidas a Fiscalía de Medio Ambiente, Patrimonio y Urbanismo de Sevilla, y ha supervisado la retirada cautelar de los animales para su tratamiento veterinario.
También se ha remitido copia de lo actuado a Fiscalía de Menores, debido a que, como resultado de un informe realizado por el Distrito Andaluz de Salud de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, se ha constatado el "deplorable" estado higiénico-sanitario en el que se encontraban viviendo los dos hijos menores de la pareja.
La Benemérita ha subrayado que la vivienda se había convertido en un foco de atracción de vectores y roedores, así como un peligro sanitario inminente para los moradores y vecinos del barrio.